CLG dialogó con Fabián Fay, director de Cibic, quien resaltó la participación de los laboratorios: "El número de testeos diarios ha crecido muchísimo"
La estrategia que ha utilizado el gobierno nacional para realizar las pruebas de diagnóstico de coronavirus ha sido materia de debate desde el comienzo de la pandemia. Durante la llegada del Covid-19 al país, varios sectores criticaron la centralización de los testeos en el Instituto Malbrán. Hoy, un mes de cuarentena después, ya son más de 140 los laboratorios que realizan tests de coronavirus en Argentina.
Actualmente, en Rosario hay cinco laboratorios habilitados por el Colegio de Bioquímicos de Santa Fe para hacer testeos de covid-19, que se suman al Cemar. Dichas instituciones son Cibic, Gamma Lab, Laboratorios Turner, IICT Labs e Idimyc.
CLG dialogó con Fabián Fay, director y cofundador de Cibic, quien dio un panorama sobre cómo están aportando los laboratorios privados a la detección del coronavirus en la ciudad: «Desde fines de marzo los laboratorios privados se fueron incorporando a la posibilidad de testeos. Para ser habilitados por el Colegio de Bioquímicos, se necesita cumplir ciertos requisitos: demostrar que se poseen los equipos necesarios, que se utilizan los reactivos que la Anmat valida y tener la responsabilidad como laboratorio de cargar los resultados, tanto positivos como negativos, en el Sistema Integrado de Vigilancia Epidemiológica».
El titular de la institución de bioquímica explicó la importancia del aporte de los laboratorios: «Ya hay más de 140 laboratorios habilitados en el país. La estrategia del Ministerio de Salud de la Nación sigue siendo la de testear pacientes sintomáticos, pero la realidad es que el número de testeos diarios que se está haciendo en el país ha crecido muchísimo respecto de lo que se hacía semanas atrás».
«Esto va a permitir detectar más casos, sobre todo en la medida en que se vayan generando ciertas excepciones, haya más gente circulando y, por ende, una mayor posibilidad de contagio, es una situación que tenemos que enfrentar tarde o temprano», agregó.
En ese sentido, habló sobre la disponibilidad de reactivos para poder llevar a cabo los tests: «Hoy no hay problemas, sí los hubo en el inicio de la pandemia, en parte porque el Estado hizo una compra masiva y pudo haber bajado el stock, pero se fue normalizando, hoy los reactivos se consiguen. Vamos haciendo una previsión del escenario, en nuestro caso tenemos mucho reservado como para tener tres o cuatro semanas cubiertas. A medida que se van consumiendo uno va realizando pedidos. Quizás uno se ha cubierto en exceso porque considera que puede haber mayor necesidad de testeos. Esto es dinámico y va a depender mucho de esa necesidad».
Fay se refirió a la situación local: «En Rosario hay varios laboratorios habilitados además del Cemar, como también en el resto de la provincia de Santa Fe, y puede haber otros que se vayan habilitando. Esto permite no atorar la demanda en los efectores públicos, y también generar algunas estrategias de testeos en situaciones que son requeridas, como es el caso de geriátricos o cirugías selectivas en las que se pueda llegar a necesitar un test para determinar la no existencia del virus».
Por otro lado, el presidente de Cibic detalló la modalidad con la que están trabajando para realizar los diagnósticos: «En general, para evitar que el caso sospechoso vaya al laboratorio, se trata de instrumentar una extracción a domicilio, donde ante un paciente cuyo médico determina que es un caso de sospecha clínica, se genera una ficha epidemiológica, se acude al domicilio y luego se hace el testeo. Entonces, se reporta el resultado al paciente, al médico y al sistema de vigilancia. Esta es una situación que cada vez es más cotidiana y que permite aumentar los niveles de testeo».
Por último, Fay señaló la cantidad de pruebas que están llevando a cabo diariamente, resaltó que la tasa de positivos es baja, aunque puede variar a medida que se flexibilice la cuarentena: «Estamos realizando entre 30 y 50 testeos diarios, con una muy baja detección de casos positivos. Estamos en un escalón tranquilo de detección, que probablemente se va a ir incrementando en la medida en el que uno vaya generando excepciones. Si mantenemos las normas de higiene, el distanciamiento físico y usar los barbijos, la tasa de contagio seguirá siendo baja».
«Hay que tener en claro que los laboratorios tenemos una capacidad determinada de hacer análisis y eso es el sentido del uso racional y lógico de las personas a las cuales tenemos que testear. En un escenario de mayor cantidad de infectados, uno debe priorizar un paciente internado o que tiene que ir a terapia, por encima de un caso que quizás puede esperar», concluyó.