La actriz contó detalles del problema neurológico que padece desde niña, que la hace rechazar "el sonido" y le genera ataques de pánico, entre otras cosas
En una entrevista para el programa «Juntos podemos lograrlo», Natalia Oreiro habló de Muñeca Brava, la ficción éxito que apuntaló gran parte de su popularidad en la pantalla chica y marcó a sus fanáticos, por lo que fue el programa más votado por la gente para que se abran los especiales de Telefe. Sin embargo, una inesperada confesión de la morocha sobre su salud dejó a todos shockeados.
Se trata de un síndrome o trastorno mental llamado Misofonía, término acuñado en el 2000 en Estados Unidos y se trata de una reacción frente a sonidos como los producidos por el goteo de agua, la masticación, la explosión de una bomba de chicle o los sonidos repetitivos como el golpeteo con un lápiz. Las personas que lo padecen pueden sentirse irritadas, enfurecidas o incluso sentir pánico cuando escuchan los sonidos que las perturban y fue sobre esto que se explayó a corazón abierto Oreiro en el nuevo ciclo de la emisora.
«Es como odio al sonido, hay mucha gente que no lo entiende por qué te molesta el chicle. No es psicológico, es neurológico y no tiene cura”; confesó la actriz con naturalidad causando la sorpresa de todos y añadió: «El chicle para mi es el punto máximo, la lapicera también. Hay un grupo en Argentina que tiene esta patología. Yo por ejemplo me subo a un auto y si el señor que maneja está con un chicle me pongo auriculares».
Explicó que convive con este síndrome desde chica y que incluso cuando iba al colegio tenía que rendir en un aula aparte para lograr concentración. Además reveló que esto le trajo «cola» en su trabajo: ‘En el circuito de trabajo se corre la bola de ‘mirá, no le mastiques chicle que se vuelve loca’, pero yo me tomo el trabajo de explicarles que no es un problema de ellos, es un problema mío».
«Está diagnosticada hace pocos años esta enfermedad. Mucha gente piensa que es de histeria o locura. Yo la tuve toda la vida pero me enteré hace poco, pensé que estaba loca. El 7% de la población la tiene pero la desconoce y es de las enfermedades más raras que hay», explicó a Santiago del Moro y los presentes del programa.
«Me genera sudor frío, palpitación, ataques de pánico y ansiedad, no lo puedo controlar, no tiene cura y si me pasa no me puedo concentrar en nada más que eso», cerró la actriz.