Por Enrique Genovar
La mayoría de los clubes argentinos, al ser parte de la sociedad, se está viendo afectada por la pandemia del coronavirus. Y en medio de esta crisis, que es sanitaria, ha aparecido una económica. Central no es la excepción y también la sufre. Hoy el club tiene tres objetivos fundamentales que debe cumplir: priorizar el salario de los empleados, estar a la altura de la enfermedad mundial y cuidar las arcas.
Hasta aquí lo más difícil es el cuidado de la caja, ya que en primera medida el Canalla puso a disposición del Ministerio de Salud de la provincia a los dos principales predios que tiene: Arroyo Seco y la Ciudad Deportiva. Ambos, de ser necesario, podrán ser utilizados como centros asistenciales y de aislamiento, si es que el servicio sanitario convencional colapsa cuando llegue el pico del coronavirus a la región.
En cuanto a priorizar a sus empleados, también lo ha cumplido. Es que más allá de que aún resta alrededor de un 40 por ciento de estos sin haber cobrado el ciento por ciento de su salario, la mayoría ya se ha hecho de él y hay promesa para los próximos días de saldar lo que falta.
Sin dudas el tema más complicado es el de cuidar la caja. Allí está el quid de la cuestión. Es que además del presupuesto destinado al fútbol profesional hay muchas cuestiones a negociar. Ya que la suspensión del fútbol llegó en medio de una competencia y lógicamente hay muchas obligaciones a las cuales se le debe hacer frente. Desde calle Mitre ya han calculado que los ingresos se reducirán a la mitad y las consecuencias, si no hacen un cuidado correcto a la caja, podrían llegar a ser devastadoras.
Estar a la altura en este tiempo de crisis es fundamental. Y es allí donde deben poner toda la energía para que las secuelas de esta gran tormenta sean las menores posibles.