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Grabois alertó que la cuarentena obligatoria «no es igual» para todos


El referente social señaló que las medidas sanitarias tomadas por el gobierno para combatir el coronavirus son "correctas"

El referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) Juan Grabois consideró este martes que las medidas sanitarias del gobierno para hacer frente a la pandemia de coronavirus son «correctas» pero advirtió que para muchos sectores vulnerables la cuarentena «no es igual». 
«Las medidas sanitarias del gobierno han sido muy correctas, la pegamos bastante», sostuvo Grabois, y advirtió que «hay una situación de mucha zozobra y desesperación en los barrios más humildes, porque el coronavirus nos agarró con un 40% de pobreza».

El dirigente social planteó que, en el actual contexto de crisis, «esa pobreza se empieza a traducir en la imposibilidad de darle una comida por día a las familias».

En declaraciones a Radio Con Vos, Grabois sostuvo que «si no estuviera esta contención de nuestros compañeros, sería mucho más difícil» hacer frente a la emergencia.

Remarcó que «para muchos sectores sociales la cuarentena no es igual que para quienes tienen 2 ó 3 habitaciones en la casa y si tienen un abuelo los pueden aislar».
«En las barriadas hay familias multigeneracionales y sabemos que la enfermedad mata a los viejitos», alertó, al poner en eje en que, para los sectores vulnerables, «si no tenés casa, quedarte en tu casa no es una opción».

Por otra parte, el dirigente apuntó contra los que criticaban a los beneficiarios de programas sociales al sostener que «todas las personas que les decían planeros» ahora fueron al Estado a solicitar el subsidio del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).

«Hubo 10 millones de peticiones del IFE, que es un plan. Todos los que les decían a nuestros compañeros planeros fueron a pedirle al Estado que los subsidie. ¿Por qué? Porque nadie se salva solo. Para financiar al ISE hay que cobrar impuestos a los que más tienen», consideró, a la vez que apoyó el proyecto del kirchnerismo para cobrar un impuesto extraordinario y por única vez a las grandes fortunas.

En otro orden, cuestionó la «matriz neoliberal» del sistema de compra y contrataciones del Estado, y consultado sobre la polémica por los sobreprecios en la adquisición de alimentos por el Ministerio de Desarrollo Social, ratificó sus críticas y opinó que «no es muy difícil comprar arroz, azúcar, harina».

«En tres horas lo resolvemos con los que hablo tienen stock y tienen precios que son 10% más baratos que los que se consiguen en los mayoristas. No puede ser mucha ciencia. Se resuelve en 24 horas», insistió.

En este marco, reconoció que uno de los problemas es que el sistema de compras «es tan estúpido que los pagos se hacen a 4 o 5 meses», por lo que «las empresas grandes que tienen mejores precios y acaparan el mercado no quieren venderle al Estado».

«Entonces aparecen cuevas que se presentan a licitaciones y financian eso. Meten una tasa de interés por pedalear el pago», explicó.