El presidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER) detalló en diálogo con CLG el impacto que tendrá la pandemia en las empresas más pequeñas
Por Franco Albornoz
La profundización de la crisis económica que conllevará la expansión del coronavirus en Argentina es prácticamente un hecho. “Esto recién empieza”, repiten los empresarios de todos los sectores, al admitir que la “cuarentena” en la que está gran parte de la sociedad para lograr que baje la curva de contagio ya generó un fuerte impacto en las ventas y en poco tiempo puede convertirse en un golpe mortal para las pymes.
En diálogo con CLG, el presidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab, señaló que en este contexto “las micropymes con personal no tienen forma de afrontar salarios”. Y añadió que dadas las circunstancias gran parte de ellas “no podrán reabrir sus puertas”. Es que como consecuencia del aislamiento el 54% no está operando y hay 325.000 micro y pequeñas empresas en todo el país paradas por la pandemia. Sólo el 10% se encuentran totalmente operativas, mientras que otro 36% trabaja en forma parcial, lo que pone en riesgo 415.000 puestos de trabajo.
“Independientemente del aislamiento y de la efectividad que tiene, en el sector a nivel local también estamos en un nivel muy crítico. Venimos de dos años muy deteriorados y el mes anterior tuvimos cerca del 50% de ventas negativas con respecto a igual período de 2019”, alertó Diab, quien admitió que como consecuencia “no se pudo recaudar para pagar salarios, alquileres ni impuestos”.
Además, añadió que “la apertura del clearing bancario dio por tierra algún dinero que tenían guardado para hacer frente a salario” y que “no pudieron cobrar cheques que tenían en cartera”. “Son una catarata de situaciones que hace que aquellos que no pudieron abrir instalaciones no estén en condiciones de afrontar la situación económica que tienen por delante”, explicó.
En este sentido, puso de relieve que los sectores más afectados son aquellos que tienen “uno, dos, tres y hasta cinco empleados, los más pequeños, sin recursos ni herramientas para adquirir financiamiento. Hay un alto porcentaje que nos dicen que en estas condiciones no pueden reabrir sus puertas”. Aunque manifestó que “hay otros sectores que estando endeudados y en situaciones difíciles tratan de seguir, pero vamos a quedar muy deteriorados”.
Para Diab, es necesario de manera “urgente” que el Estado tome medidas más profundas para aliviar la carga de las empresas.
“Necesitamos que el gobierno deposite dinero en cada una de las nóminas salariales que tenemos cada empresa en los bancos y pedimos un financiamiento a tasa cero, a largo plazo, para poder enfrentar lo que viene hacia futuro”, enumeró.
Los bancos no le prestan a pymes rosarinas
Alberto Fernández prometió que esta semana se va a normalizar el acceso al crédito a aquellas empresas que no tienen una carpeta impoluta con el aval del Estado mediante las garantías que el BICE viabiliza a través del Fondo de Garantías Argentino (FOGAR). Justo cuando las pymes ingresan en la cuarta semana de parate forzoso, un período en donde sin asistencia crediticia entrarán en un agujero del que es difícil salir.
Sobre este punto en particular, Diab remarcó que en Rosario “solo un 3 por ciento de nuestros encuestados pudieron sacar alguno de los créditos anunciados por el gobierno. Por lo que todo indica que esto no tiene ningún cambio y vamos a una situación compleja por la burocracia para poder ayudar a las Pymes”.
“Las microempresas si tienen algún personal a cargo no tienen cómo afrontar los sueldos. El sector gastronómico, libreros, almaceneros, calzados, cada uno con su particularidad. Y encima los bancos no hacen el aporte que deberían”, concluyó.