Economía

«Los bancos no atienden y se hace un cuello de botella a la hora de los pagos»


Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria, dejó en claro los problemas que enfrenta el sector debido a los atrasos en la cadena de pago

El presidente de Federación Agraria (FAA), Carlos Achetoni, advirtió los problemas que enfrenta el sector a causa de los atrasos en la cadena de pago porque los bancos no atienden al público y criticó la suba de precios registrada en las últimas semanas en los productos alimenticios.

En un reportaje con la agencia Télam, el dirigente agrario reconoció además «precipitada» la decisión que en su momento tomaron las entidades de la Mesa de Enlace de llevar adelante un paro de actividades y un cese de comercialización por la suba de tres puntos porcentuales en las retenciones a la soja.

A continuación, los principales tramos del diálogo con Télam:

—¿Cómo se está trabajando en el sector y cuáles son los principales inconvenientes que están teniendo?

—En la cosecha de granos de la Pampa Húmeda no es tan complicado porque se hace por lo general con maquinaria y pocos operarios. Lo que es cosecha como la vendimia o del citrus se complica un poco porque se hace con más gente y hay que tener los recaudos necesarios de que no vayan muy cercanos en un colectivo y cuando están trabajando que no compartan utensilios de cosecha ni mates. Sin embargo, el tema más complicado es el financiero. Por los cheques más que nada. En el sector se maneja todo más físico y hay poca bancarización, porque los bancos no atienden y se hace un cuello de botella en cuanto a los pagos. Las industrias están demorando o postergando los pagos y el sector primario se reciente, sobre todo cuando tiene que hacer pago de insumos o volver a proveerse y no tiene liquidez para hacerlo. Ahí se va complicando.

—¿Está complicado el pago de sueldos en las actividades que necesitan mano de obra intensiva? ¿Hay problemas en la cadena de pagos?

—Donde hay una alta demanda (de trabajo) se está tratando de cumplir con los pagos del personal. Obvio que cuando se empieza a interrumpir la cadena de pagos nos falta la plata para todo. Hay muchos rubros en los que lamentablemente no están trabajando y uno de ellos fueron los bancos. Todas las empresas se manejan con el cheque físico, no el electrónico, y eso hace que se necesita un banco abierto que pueda generar la fluidez para que haya liquidez y cada rubro se pueda desempeñar para los pagos. Los bancos no atienden y se hace un cuello de botella en cuanto a los pagos.

—¿Hay actividades en riesgo por esta problemática?

—Ese es el temor que tenemos. Nosotros vemos que en el sector tambero están teniendo distorsiones de pagos. La industria le está pagando con un plazo más largo del que venía pagando y ahí quedan con un bache de circulación que va a generar, sino es un cese, por lo menos una interrupción en los pagos no acordados.

—¿Ya se le pidió al gobierno que la actividad de los bancos este exceptuada?

—Sí. Una de las actividades necesarias, con los cuidados correspondientes, son los bancos, por lo menos para generar dinamismo para actividades que no pueden parar y se basan en esa circulación monetaria.

—En cuanto a las restricciones de algunos municipios para el transporte de cargas, traslado de maquinaria y personal, ¿cómo afectó esto a la actividad?

—Había municipios que tenían más restricciones que otros. Había algunos que los camiones que transportaban mercadería lo podían hacer del campo al galpón o al acopio y no a puerto y si iban al puerto no lo dejaban entrar al pueblo. Han sido situaciones que hemos tenido que nivelar con el Gobierno nacional, provincial y municipios para poder sortear los inconvenientes.

—En lo que se refiere a la suba de precios de los alimentos al consumidor ¿Está justificada en el precio que recibe el productor? ¿Hubo aumento en el precio pagado al productor que justifique una suba?

—No. No hay motivo. Los dos perdedores netos y concretos de esta cadena son el consumidor y el productor. A uno porque le pagan precios por debajo de los costos de producción y al otro porque le cobran siempre precios abultados, donde el más perjudicado de los consumidores es la persona que no tiene recursos y se ve privado de los alimentos básicos.

—¿Cómo quedó la situación interna en Federación Agraria y cómo está ahora después del conflicto que se desató por el cese de comercialización agropecuario?

—La situación está bien. La decisión (de dar libertad de acción frente al paro agropecuario) fue lógica porque en el reclamo de cese de comercialización había un buen número de productores que con la propuesta que había hecho el Gobierno (compensación a productores de menos de 1.000 toneladas de soja) quedaban dentro y un número importante que quedaba afuera, principalmente por el doble tope que tenía: las mil toneladas estaban bien pero el tope de facturación de 15 millones de pesos complicaba. Por eso hubo diferencias. Por otro lado, hay una gran parte que no es productor de soja sino de economías regionales y costaba hacerle entender el reclamo que había. La decisión de ir al cese fue precipitada y eso nos costó a nosotros mucho. Nosotros no estábamos acompañando una decisión tan precipitada.