Apple y Google intentan desarrollar esto que ya han implementado algunos países individualmente y, si bien la adhesión es voluntaria, es el primer dispositivo a nivel mundial
Dos compañías de alcance mundial se asociaron para desarrollar tecnología para teléfonos inteligentes que ayuden a combatir la propagación del coronavirus. Se trata de Apple Inc. y Google que investigan para realizar un dispositivo o aplicación que elerte a los usuarios sin han tenido contacto con una persona contagiada y se propusieron mediados de mayo como el objetivo para lanzar esta novedad.
Formar parte de la red será voluntario. Pero si tuviera un 100 por ciento de adhesión, este podría monitorear a alrededor de 3.000 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población mundial.
Esta tecnología, conocida como rastreo de contactos, está diseñada para frenar la propagación del nuevo coronavirus al advertir a los usuarios que deben ponerse en cuarentena o aislarse después del contacto con un individuo infectado. Distintos gobiernos -como China, Corea del Sur, Israel, Francia o Alemania- han implementado tecnologías de esta naturaleza en sus territorios, pero este será el primer sistema que trascenderá fronteras.
“Todos nosotros en Apple y Google creemos que nunca ha habido un momento más importante para trabajar juntos para resolver uno de los problemas más acuciantes del mundo”, dijeron las compañías en un comunicado conjunto.
Las compañías, usualmente rivales en Silicon Valley, informaron el viernes que incorporarán dicha tecnología en sus sistemas operativos iOS y Android en dos pasos. A mediados de mayo, las compañías agregarán la capacidad para que los teléfonos iPhone y Android intercambien de forma inalámbrica información anónima a través de aplicaciones administradas por las autoridades de salud pública.
Esto significa que si un usuario da positivo por COVID-19 e ingresa esa información a su aplicación de salud pública, los usuarios a los que se acerque durante los días siguientes serán notificados de su contacto. Este período podría ser de 14 días, pero las agencias de salud podrían modificar ese periodo de tiempo.
El segundo paso será más complicado. Ambas compañías prevén agregar dicha tecnología directamente a sus sistemas operativos para que este software de rastreo de contactos funcione sin tener que descargar una aplicación. Los usuarios deberán aceptar la opción, pero de esta manera se podrán incluir muchas más personas.
La pandemia desatada por el COVID-19 terminó con la vida de unas 100.000 personas e infectó a otras 1.62 millones. Los gobiernos han dispuesto que millones de personas permanezcan en sus hogares, lo que ya está llevando a la economía mundial a una picada brutal.
En ese contexto, está creciendo la presión para relajar estas medidas y hacer que el mundo vuelva a funcionar. El rastreo de contactos será clave en ese sentido porque puede ayudar a las autoridades a contener un posible resurgimiento del virus a medida que las personas reanuden sus actividades regulares.
Aún así, esta tecnología es controvertida porque implica compartir información confidencial de salud de miles de millones de personas a través de dispositivos móviles que transmiten constantemente su ubicación.
Apple y Google destacaron el viernes que su sistema preservará la privacidad de los usuarios. Necesitará consentimiento y no se recopilarán datos de ubicación. La tecnología tampoco notificará a los usuarios con quién entraron en contacto o dónde sucedió. Las compañías dijeron que tampoco pueden ver estos datos y señalaron que todo el sistema se puede cerrar cuando sea necesario.
La tecnología de seguimiento de contactos no es la primera acción contra el COVID-19 para ninguna de las dos compañías. Google lanzó un sitio web de información en marzo, mientras que Apple lanzó sus propias herramientas de detección para usuarios de iPhone.
Apple también ha donado más de 20 millones de máscaras faciales a trabajadores de la salud y ha diseñado protectores faciales, y Verily, una unidad de la empresa matriz de Google Alphabet Inc., está ejecutando sitios de prueba de virus en algunas partes de California.
Fuente: Infobae