El conservador de derecha Iván Duque y el ex guerrillero de izquierda Gustavo Petro competirán el 17 de junio en segunda vuelta por la Presidencia de Colombia, tras haber resultado primero y segundo, respectivamente, en las elecciones generales de hoy, según los cómputos oficiales.
Con 99,78 por ciento de las mesas relevado, Petro reunía 39,14 por ciento de los votos y Petro lo secundaba con 25,10 por ciento, configurando de ese modo el escenario de balotaje previsto por las encuestas.
Detrás de ellos se ubicó el matemático centroizquierdista Sergio Fajardo, con 23,75 por ciento de los sufragios, de acuerdo con los guarismos publicados por la Registraduría Nacional del Estado Civil en su sitio web.
Fajardo puso un poco de suspenso al escrutinio, al aparecer segundo en los dos primeros boletines de la Registraduría y mantenerse hasta poco del final a una distancia ajustada de Petro.
En cambio, muy lejos de los tres primeros quedaron los ex vicepresidentes liberales Germán Vargas Lleras y Humberto de la Calle, con 7,27 y 2,06 por ciento, respectivamente, así como el pastor protestante Jorge Trujillo, con 0,39 por ciento, y el partido PRE, que promovió el voto en blanco, con 0,31 por ciento.
Aun cuando no estuvo exenta de incidentes -el jefe de la Policía Nacional en el departamento Huila, coronel Juan Carlos Restrepo, reportó el asesinato de un fiscal de la coalición que postuló a Petro-, la jornada fue reivindicada como la más pacífica de la historia electoral colombiana tanto por dirigentes locales como por observadores internacionales.
Las diversas fuentes lo atribuyeron al acuerdo definitivo de paz firmado en noviembre de 2016 por el gobierno y la organización guerrillera FARC -que, en consecuencia, se disolvió como tal y se transformó en un partido político-, así como al cese del fuego unilateral dispuesto por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el que las autoridades están negociando un pacto similar.
Asimismo, la jornada estuvo caracterizada por una concurrencia alta para los estándares colombianos, que alcanzó a 53,32 por ciento del padrón -de poco más de 36 millones de personas- contra 40,65 por ciento de la primera vuelta de 2014.
Hasta hoy, solamente en 1958, 1970, 1974 y 1998 se había registrado una concurrencia superior a la mitad del padrón en elecciones presidenciales en Colombia.
«Las elecciones más seguras, más transparentes, con mayores garantías, más observadas y con el mayor número de electores», afirmó el presidente Juan Manuel Santos una hora después del cierre de las urnas, a través de Twitter, y subrayó: «¡Cumplimos!». «Quiero gobernar Colombia sin espejo retrovisor, mirando hacia el futuro de nuestro país; quiero un país de legalidad, de lucha frontal contra la corrupción, que siempre haya seguridad en todo el territorio», dijo Duque tras emitir su voto en Bogotá.
Tras votar por primera vez, el líder del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC, sucesor de la desmovilizada organización guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), Rodrigo Londoño, alias Timochenko, manifestó su esperanza que éste fuera «un día de reconciliación entre todos los colombianos».
Duque, quien esta noche aún no se había pronunciado, pertenece al partido Centro Democrático que responde al ex presidente Álvaro Uribe y que se opuso al acuerdo de paz con las FARC.
En tanto, Petro -que también votó en la capital- se mostró más preocupado por la normalidad del proceso electoral y pidió a «toda la ciudadanía» que, además de acudir a las urnas, «con sus cámaras ubique todo tipo de fraude y lo remita de inmediato». El balotaje entre Duque y Petro será la competencia entre dos visiones muy diferentes.
Duque, un acérrimo opositor a los pactos de paz con las organizaciones guerrilleras, postula obligar a que los ex combatientes pasen por la justicia especial antes de ocupar cargos públicos, mientras Petro defiende los acuerdos y prometió esforzarse por mejorar la reintegración de los ex guerrilleros la sociedad.
En cuanto al fenómeno de la emigración de habitantes de Venezuela, que afecta particularmente a Colombia debido a la extensa frontera que comparten ambos países, Duque pone el acento en reforzar los controles migratorios, en tanto Petro privilegia la solidaridad con las personas provenientes del país vecino.