En lo que va de mayo hubo 21 casos de posibles delincuentes que terminaron asesinados a manos de sus víctimas, en el marco de lo que se conoce como «justicia por mano propia».
Los casos de las bailarinas que atropellaron y mataron a un «motochorro» en Balvanera y el del policía bonaerense que abatió a dos delincuentes e hirió a un tercero cuando se metieron en su casa de La Matanza y le dispararon, instalaron durante la semana el debate y se planteó cómo se debe reaccionar en casos de robos.
Otro hecho ocurrió en Villa Ballester, el martes 22 de mayo, cuando un empresario textil se resistió a un robo dentro de su casa y mató a un ladrón, hirió a otro y puso en fuga a los cuatro restantes.
«Estamos atravesando un momento muy complejo en materia de seguridad y una de las expresiones de la sociedad es tratar de resistir de algún modo la impunidad con la que se registran hechos mayormente relacionados a delitos contra la propiedad privada. La tolerancia a los robos es bajísima», señaló sobre la problemática Luis Vicat, licenciado en Seguridad Pública.
En declaraciones a Diario Popular, Vicat agregó: «Eso es lo que nos están diciendo los casos de personas que fueron víctimas de hechos delictivos y luego reaccionan contra los responsables».
El mencionado episodio de las bailarinas, identificadas como Cecilia Rivas y Roxana Susterman, sucedió el pasado lunes a la madrugada cuando ambas circulaban por la calle San Luis al 3100, a una cuadra de Avenida Córdoba, a bordo de un Peugeot 207.
En un momento, la conductora Rivas sufrió el robo de su teléfono celular y se cree que persiguió a los delincuentes -que se desplazaban en moto- hasta que los alcanzó y los delincuentes cayeron tras la pérdida del equilibrio de la moto, posiblemente por un toque que haya recibido de parte del rodado, lo que generó que impactaran contra un vehículo que estaba estacionado y luego fueran atropellados.
Uno de los ladrones murió en el acto, mientras que su cómplice fue trasladado por el SAME al Hospital Ramos Mejía para que fuera atendido por politraumatismos y quedó internado en grave estado.
El hecho es investigado por el juez Diego Slupski, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional porteño número 19, quien dispuso una serie de medidas para determinar las causas de la muerte.
La bailarina Rivas fue demorada, pero posteriormente liberada, mientras continúa la investigación.
Vicat sostuvo que «cambió la idiosincrasia de la gente, que hoy tiene menos paciencia y se resiste, y esto deriva en que los hechos sean más violentos y suelen terminar mal para la víctima».
«Muchas personas tienen miedo de que las maten en los hechos de robos, porque hay casos en que los malvivientes atacan antes de cometer el delito, pero también hay que decir que en la población hay muchísima frustración, impotencia y también bronca, que se convierten en motivadores de situaciones donde emerge la violencia», explicó.
Los episodios de «justicia por mano propia» ocurridos en lo que va de este mes presentan investigaciones que aún deben determinar si efectivamente en la previa de los homicidios ocurrieron robos.
«Muchos de estos casos se encuentran en una zona gris, pero son homicidios ocurridos en el marco de reacciones de personas que, en principio, padecieron robos y actuaron en consecuencia. Es un fenómeno que las autoridades deben tener en cuenta para reflexionar y generar políticas públicas efectivas», cerró Vicat.