Un documento elaborado por dos organizaciones especializadas en el estudio del crimen organizado advirtió que «el 70% de toda la actividad económica registrada en la zona de la Triple Frontera de Argentina, Paraguay y Brasil, es ilícita, con foco en el narcotráfico, contrabando de tabaco, lavado de dinero y financiamiento del terrorismo».
El documento, preparado por las ONGs Asymmetrica y Counter Extremism Project (CEP), alertó que la Triple Frontera «ha tomado las características de un mini Estado dedicado el crimen organizado».
Asymmetrica y CEP, miembros de la Red Global de Investigación contra el Terrorismo (GCTRN) de la Dirección Ejecutiva del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CTED), señalaron que «sólo Brasil pierde US$ 2.900 millones al año en impuestos del tabaco ilícito» debido al contrabando en la zona.
El informe, que lleva la firma de Vanessa Neumann y Stuart Page, especialistas de la red de investigación del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de las ONU, indica que «Paraguay es clave para el contrabando de tabaco en la región, ya que el 48% del mercado en Brasil es ilegal siendo que el 95% de ese consumo proviene de Paraguay».
Además, ese país genera el 11% del comercio ilegal de productos de tabaco a nivel mundial con una población de sólo 6 millones de habitantes. .
El informe, que consta de 119 páginas, advierte que «se deben adoptar soluciones inmediatas» y sugirió el involucramiento de los gobiernos a través de talleres estructurados con foco en generar conciencia y establecer prioridades de los países de la Triple Frontera a través del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
También recomendaron activar iniciativas del FMI «contra el blanqueo de dinero a fin de mejorar el Estado de Derecho, la reforma fiscal y la capacidad y cooperación en la aplicación de la ley».
La zona de la Triple Frontera es un punto de encuentro complicado para Argentina, Brasil y Paraguay y desde hace años se lo sospecha como un foco regional para muchas actividades ilegales que van desde el contrabando hasta el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.