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Autismo y cuarentena: cómo afecta el aislamiento a los niños y qué hacer


CLG dialogó con Jeremy Pautasso, licenciada en Piscopedagogía, quien habló sobre la importancia de mantener la rutina lo más posible

Se estima que en Argentina cerca de 400.000 personas padecen un trastorno de espectro autista o TEA, y justamente son ellos uno de los grupos más afectados por la cuarentena obligatoria. La continuidad de una rutina es uno de los principales factores para el bienestar de estos chicos, algo que se ha visto afectado notablemente por el aislamiento.

CLG dialogó con Jeremy Pautasso, licenciada en Piscopedagogía y referente de la ONG Somos TDA-H, un grupo de padres que buscan concientizar sobre estos trastornos. La especialista detalló cómo afecta la cuarentena a los que padecen autismo.

«La manera en que los afecta va a depender de cada niño. Hay muchos chicos que tienen dentro de sus preferencias quedarse en sus casas y otros que utilizan salir a pasear con algún miembro de la familia como método de regulación emocional«, comenzó explicando.

«Lo principal por lo que se ven alterados es por la restricción de espacio en la casa y el cambio de rutina. Por eso, es importante mantener lo máximo posible la estructura que se venía manteniendo a nivel familiar y adaptarla a estos tiempos de aislamiento social obligatorio», añadió.

«Es importante que se respeten las horas de las comidas, de las tareas escolares y que se mantengan los juegos familiares. También es un momento importante para profundizar los hábitos de higiene como el lavado de manos. Son estructuras que, dentro del espectro del autismo, los ayuda a organizarse», indicó. E hizo una aclaración con respecto a los deberes: «La idea es flexibilizar el cumplimiento de las tareas escolares al máximo, no tomarlas como algo obligatorio, pero sí tratar de respetar el horario».

Además, Pautasso resaltó la importancia de realizar actividades en conjunto y de disminuir la cantidad de horas frente a una pantalla: «Dentro de la rutina se pueden agregar momentos familiares compartidos que quizás antes no se podían realizar por los horarios de trabajo de los padres. Son momentos para aprovechar este tiempo libre que tenemos. Esto ayuda a reducir las horas que están expuestos a la tecnología. Si bien sabemos que muchos recurren a ello porque es algo que ayuda para regularlos emocionalmente, es importante buscar alternativas».

La especialista habló sobre la necesidad de muchos chicos con autismo de salir de sus casas, pasar tiempo al aire libre y en espacios abiertos; por lo que se refirió a una iniciativa que surgió en las redes sociales: «Son cuestiones que se vuelven más difíciles en estos momentos de aislamiento. Por eso hay padres y madres que se han manifestado y han adoptado el pañuelo o la cinta azul al momento de salir a la calle». El azul es un color representativo de la concientización sobre el autismo.

«De esa manera el resto puede identificar que están con una persona con autismo que necesita esa caminata. Es algo que se empezó a utilizar gracias a las redes sociales. La idea es que esto se utilice en los casos que verdaderamente lo ameriten», ahondó.