La Asociación Africana de Rosario realiza una colecta solidaria para poder asistir a los ciudadanos africanos que viven en la ciudad y tuvieron que dejar sus trabajos a causa del aislamiento
Por Diego Carballido
«Somos unos 40 africanos de diferentes países, como Ghana o Nigeria, y todos trabajamos en la venta de bijouterie en las calles de la ciudad», compartió Stephen Amoakohene, presidente de la Asociación Africana de Rosario, en diálogo con CLG. «Nuestro trabajo es día a día. Si no podemos salir a vender, no tenemos para vivir. Por eso, estamos pidiendo ayuda, aunque sea con comida», amplió Amoakohene.
Las medidas preventivas para evitar el contagio del coronavirus tienen múltiples aristas. El aislamiento generó la imposibilidad de salir a trabajar en la calle a muchos de los vendedores ambulantes, cuya economía depende del dinero ganado en el día. Tal es el caso, de esta decena de ciudadanos africanos que desde hace años se dedican a la venta de bijouterie en las calles rosarinas.
Para tratar de paliar este difícil momento, desde la Asociación están organizando una colecta de alimentos no perecederos y dinero. «Con la cuarentena todo el mundo está en su casa, y la mayoría de los chicos viven en una pensión, solo o con su familia», compartió Amoakohene y agregó: «Imaginen lo que es estar en una pensión sin comida y sin poder hablar con nadie, porque la mayoría tiene a su familia en África».
Si bien desde el gobierno nacional se lanzaron subsidios destinados a todos aquellos que han visto afectada su actividad económica durante la pandemia, Amoakohene explicó que en el caso de los ciudadanos africanos les resulta muy difícil completar los requisitos que solicita la Anses «porque la mayoría trabajamos en la calle y no tenemos nada, algunos ni siquiera documento».
«Somos todos seres humanos. No importan de dónde venimos”, expresó Amoakohene y solicitó que “debería pensarse en algún beneficio para que nosotros podamos sobrevivir».
«La mayoría venimos de países donde hay mucho hambre y vinimos a la Argentina para tener oportunidades», dijo Amoakohene y aclaró que: «Siempre voy a ser un agradecido de este país porque hay mucha gente de buen corazón, pero en este momento es cuando más necesitamos», y aseguró: «Sé muy bien que Rosario es una ciudad muy solidaria».
Stephen Amoakohene es oriundo de Ghana y trabaja en la ciudad desde hace veinte años. Es uno de los pioneros en llegar a Rosario y dedicarse a la venta de bijouterie en las calles. Además, se ocupa habitualmente de asistir, desde la Asociación, a quienes llegan desde el continente africano escapando de realidades mucho más duras.
«Estuve en lugares como Libera donde no hay comida y una bomba te puede matar cuando salís de tu casa. Esta es una cuaretena simple, hay que hacer caso porque es una enfermedad que mata», concluyó el referente de la Asociación Africana en Rosario y reiteró el pedido de colaboración a través de las redes sociales y del teléfono: 3412503407