Un sector que venía golpeado sumó más preocupaciones con la propagación del coronavirus. El empresario Jorge Pesado Castro habló en CLG y dio detalles de la crisis que atraviesan
Por Matías Gregorio
La pandemia del coronavirus ha impactado en todas las economías del mundo, además de cobrarse la vida de miles de personas. Puntualmente en la Argentina, el Covid-19 profundizó la recesión de muchos sectores que recién empezaban a despuntar después de dos años atroces, donde la caída de la actividad económica fue notoria. La industria automotriz es uno de los rubros a los cuales se puede aplicar lo dicho. La fabricación y venta de vehículos esperaba un leve repunte para el 2020, pero la llegada del virus echará todo pronóstico atrás. Para conocer cómo sortearán este momento las terminales automotrices y las concesionarias, CLG dialogó con Jorge Pesado Castro, uno de los referentes del sector en Rosario.
«Venimos de dos años bastante duros en las industrias y en la actividad de las concesionarias y ahora se paralizó todo, por lo que estamos viendo cómo vamos a salir adelante», declaró Pesado Castro. Desde que rige el aislamiento social, preventivo y obligatorio, las distintas automotrices y concesionarias instaladas en el país fueron anunciando la suspensión de sus actividades hasta el 31 de marzo, como mínimo, y coincidieron en que su personal administrativo continuará con sus tareas mediante la modalidad de trabajo remoto.
En las 12 terminales que fabrican autos en el país trabajan más de 650.000 personas: 200.000 son empleos directos y los restantes 450.000, indirectos. Y de las 800 concesionarias que funcionan en el territorio nacional dependen 70 mil familias. Por eso la situación preocupa y mucho: «Es un momento muy crítico, pensamos que la cuarentena va a durar al menos un mes y recién cuando termine veremos qué hacer en el futuro», reconoció el empresario local.
En cuanto a los daños económicos que generaría esta situación, desde la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) indicaron que aún no han sido evaluados, panorama con el que coincidió Pesado Castro ante la incertidumbre de cuánto se va a extender la cuarentena general, aunque si lanzó precisiones sobre el escenario laboral: «Estamos haciendo un esfuerzo para mantener las estructuras de recursos humanos que son costosas en la parte remunerativa y también porque es personal que ha costado mucho formarlo y sería una pena muy grande perderlo. Pero si se prolonga la pandemia de manera indefinida va a ser difícil sostenerlo».
El referente automotriz contó que muchos empleados continúan trabajando desde sus casas manteniendo el diálogo con los clientes que se habían acercado en el último tiempo a hacer consultas. «Les ofrecemos la posibilidad de realizar la compra en forma segura desde sus domicilios», explicó Jorge, y agregó que a nivel nacional le pidieron al gobierno que haya excepciones al aislamiento para hacer reparaciones en los servicios de post venta y repuestos, «ya que hay vehículos de servicios esenciales, como son los médicos, de las fuerzas armadas y de producción que necesitan seguir funcionando». No obstante, aún no obtuvieron respuesta.
Pesado Castro destacó que sindicatos, terminales, autopartistas y concesionarias están alineadas en este momento «poniendo el hombro para intentar sacar la situación adelante y cuidar los recursos que tenemos». De hecho, narró que antes de que se pare la producción, las fábricas automotrices continuaban dando todos los incentivos hacia las concesionarias a pesar de que no alcanzaban los objetivos y volúmenes de ventas pretendidos.
Previo a que estalle el avance del coronavirus, los referentes de cada cadena de valor de la industria automotriz habían mantenido un diálogo con funcionarios del gobierno nacional para intentar reactivar el sector a través de distintas promociones. Pero desde Casa Rosada les comunicaron que la prioridad era renegociar la deuda externa argentina, y una vez concretado ese ítem, se iban a poder abocar a buscar soluciones. Claro está que dicho acuerdo quedará supeditado a los coletazos del Covid-19.
Para entender la magnitud del pésimo presente del sector, basta con repasar la caída del patentamiento de vehículos 0km en febrero, «que fue el peor de los últimos 16 años», aseguró el entrevistado. Tan sólo se registraron 27.204 vehículos, un 32,2% menos que en el mismo mes del año pasado, según informó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).
«En los primeros 15 días de marzo que duró la actividad se notó una pequeña mejoría después de tocar fondo, pero lo del coronavirus cortó todo», sentenció Jorge. A partir de esta coyuntura, Acara estima que en todo 2020 se van a patentar un total de 369.100 automóviles, un 19,8% por debajo de los 459.754 que se cuantificaron en 2019, año que registró el nivel más bajo de ventas desde el 2006 en la Argentina.