Luciano Rimoldi, oriundo de Villa Constitución, le contó a CLG el triste momento que se está viviendo en Europa. "Acá desconectan a un anciano para usar ese respirador en un joven que tiene más posibilidades de vivir", aseguró
Ante la situación económica de los últimos años en Argentina, cientos de ciudadanos viajaron en busca de otros horizontes. Cuando Luciano Rimoldi decidió cruzar el océano hace diez meses atrás, no se imaginaba la crisis que debía afrontar España y el mundo en su totalidad.
Casi 10.500 kilómetros separan Barcelona de Villa Constitución. Hoy, tan lejos de casa, y a pesar de la grave situación que se vive en el país ibérico por la pandemia de coronavirus, no puede dejar de pensar en su lugar de origen.
CLG dialogó con Luciano, quien contó cómo es convivir con el virus en el viejo continente y la importancia de la prevención.
“Estoy en Barcelona, en un barrio que se llama El Coll II La Tixoneira. Cuando llegué conseguí trabajo en una empresa que se divide en dos partes, una de las cuales es sobre lo que yo me dedicaba allá, reparaciones de redes de incendio, extintores y venta de insumos de seguridad industrial”, comentó Rimoldi, y agregó: “Estaba trabajando entre 13 a 15 horas por día”.
El coronavirus obligó a la mayoría de los habitantes del mundo a permanecer en sus casas. Situación que trae grandes problemas si se necesita de un trabajo para poder comer. “No estamos trabajando. Así que mi preocupación es porque seguramente si no trabajo no cobro. Decretaron 15 días más en la cuarentena así que estoy más preocupado todavía”, señaló.
El aislamiento preventivo, social y obligatorio se decretó en España cuando el coronavirus ya había avanzado en el continente europeo. “Si bien se hablaba de China, como acá todavía no había casos nadie le daba importancia. Las medidas se tomaron por lo que estaba empezando a pasar en Italia pero no a todos le importaba”, indicó el oriundo de Villa Constitución.
Al igual a lo que sucede en Argentina, gran cantidad de españoles no respetó el aislamiento impuesto por el gobierno de Pedro Sánchez. “Ahora no se puede salir por nada. Solamente se puede ir al supermercado más cercano. La policía está muy estricta, y está muy bien porque hay gente que no cumple con la petición de cuarentena. Si te paran te piden los documentos y se fijan tu dirección. Ahí controlan que el radio de tu casa y donde te frenaron sea inferior a un kilómetro sino te multan o te llevan detenido”, dijo el argentino.
La situación que se vive en España es dolorosa y dramática. “La desesperación y todo lo que trae el virus es tristísimo. Hay muchas personas preocupadas porque no alcanzan los respiradores, entonces se decide desconectar a un anciano para usar ese respirador en un joven que tiene más posibilidades de vivir”, contó Luciano, y añadió: “Voy al supermercado una vez por día y se ve la tristeza y la preocupación de la gente”.
El hijo de Luciano vive en Villa Constitución, al igual que todos sus seres queridos. Por eso, no puede dejar de estar al tanto de lo que sucede en el país. “Acá se tomaron las medidas estrictas cuando ya había muchos casos. En Argentina están a tiempo, teniendo la experiencia de lo que pasó acá. Tienen la forma de zafar, que no llegue a mayores, de que no dure tanto”.
Finalmente, Rimoldi desea que la sociedad argentina tome conciencia de la gravedad de la situación. “Espero que no haya gente que lo tome como que nunca le va pasar. El sistema de salud de Argentina o de cualquier país no está preparado para todos los casos que hay acá. Es insuficiente”, aseveró y concluyó: “No tengo palabras para definir si pasara allá lo que pasa acá”.
