Los españoles han convocado una ‘cacerolada’ al rey emérito Juan Carlos I y al monarca en funciones para exigirles que donen a la sanidad pública los 100 millones de dólares que presuntamente tendrían en una cuenta suiza
En plena crisis por la epidemia de coronavirus, más españoles se sumaron hoy al cacerolazo convocado en repudio a la monarquía ante un nuevo escándalo protagonizado por el rey emérito Juan Carlos I que salpica a Felipe VI, a quien piden que obligue a su padre a donar su supuesto dinero opaco al colapsado sistema sanitario público español.
El rey Felipe VI tiene previsto dirigir un discurso a la Nación esta noche a las 21 hora local, para animar a los 47 millones de ciudadanos que están bajo un confinamiento casi total desde que el sábado último se decreto «estado de emergencia en el país», a raíz del avance desbocado de la epidemia de coronavirus, que ya dejó casi 600 muertos y 14 mil contagiados en España.
«La cacerolada de hoy para que Juan Carlos l done los 100 millones (de euros) sauditas a la sanidad pública se cambia a las 21 horas para que coincida con el discurso de Felipe VI. Reto viral, por favor reenvialo!!!!», fue el mensaje que circuló desde primera hora de la mañana entre la población española en las redes sociales.
El cambio de planes, sin embargo, no evitó que miles de personas salieran a sus balcones al mediodía, la hora inicialmente prevista, para golpear sus cacerolas para demostrar su descontento.
La iniciativa fue lanzada hace un día, sumando cada vez más gente en toda España.
En Cataluña, la norteña región que hace dos años protagonizo un desafió secesionista y ya mostró en ese entonces un fuerte rechazo a la figura del actual rey, la protesta de hoy se sintió con gran intensidad.
«Impresionante #cacerolada para que Juan Carlos devuelva los millones que podrían haberse destinado a la atención sanitaria pública!. Y aun queda por ver la respuesta ciudadana cuando el Rey pronuncie su discurso» escribió en Twitter el argentino Gerardo Pisarello, diputado de Unidas Podemos (UP), uno de los partidos que integra el gobierno de coalición español.
Avui, dimecres, tothom als balcons quan parli Felip VI per denunciar la gran farsa de la monarquia espanyola.
🕘 21 h
🥁 Cassolada
🎶 Que ressoni el Bella Ciao!❤️ A les 20 h, i com cada vespre, aplaudirem tothom qui està treballant aquests dies#CoronaCiao pic.twitter.com/PjFbUDdtW3
— Òmnium Cultural (@omnium) March 18, 2020
Bajo el hashtag #CacerloladaReal o #Caserolada, fueron numerosas las imágenes difundidas en las redes sociales de la protesta, que se extendió desde el barrio de Lavapies o Vallecas, pasando por las islas Canarias, hasta numerosos barrios de Barcelona.
La convocatoria se viralizó junto con una iniciativa en la plataforma Change.org que también apela a que el rey Felipe VI obligue a su padre a transferir a la sanidad pública el dinero que, según al justicia suiza, tiene en paraísos fiscales por sobornos recibidos por la monarquía saudita.
El rey de España anunció sorpresivamente el domingo último, en pleno arranque del estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, que renunciaba a la herencia de su padre ante la investigación abierta en su contra en el país helvético, después de verse salpicado por informaciones periodísticas que lo señalan a él como beneficiario de dos fundaciones con cuentas en paraísos fiscales.
El monarca también informó que Juan Carlos I ya no percibirá la asignación que le corresponde de la partida de los Presupuestos Generales del Estado por su condición de rey emérito.
📺 Cacerolada contra el rey desde los balcones para pedir que el dinero en paraísos fiscales vaya a Sanidad https://t.co/aDuTxHobYD pic.twitter.com/4VhqCFiU8R
— elDiario.es (@eldiarioes) March 18, 2020
La justicia suiza investiga a Juan Carlos por haber recibido 100 millones de dólares por parte del rey de Arabia Saudita, presuntamente en concepto de coimas por los contratos obtenidos por empresas españolas para la construcción del tren de alta velocidad a La Meca.
La pesquisa judicial salió a la luz a raíz de una supuesta donación de 65 millones de euros que el rey emérito hizo en 2012, cuando todavía era jefe del Estado, a Corinna zu-Sayn-Wittgenstein, la que fuera su amante.