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«Los vínculos de adopción son tan fuertes como los del nacimiento biológico»


Por Matías Gregorio

«En un proceso de adopción, con el correr del tiempo, los vínculos son tan fuertes como los que se pueden establecer a partir del nacimiento de un hijo biológico». Así lo afirma la psicóloga infantil Verónica Enseñat. Ayer, el tema volvió a entrar en debate cuando la sala segunda de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial determinó que Kiki, el chico de 3 años que había sido entregado a una familia en enero pasado, sea restituido al matrimonio que lo crió por más de un año bajo «guarda», figura que impide la adopción de parte de quienes acceden a ese programa.

La pareja integrada por el periodista de radio Universidad de Santa Fe Sergio Gigliotti y Cristina Morla crió al niño en el marco del programa Familias Solidarias. Lo hicieron hasta el 18 de enero cuando debieron llevarlo entre lágrimas a la sede de la Subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe, que ordenó que el niño fuera entregado a una familia de la localidad de San Carlos que ya había adoptado a un hermanito suyo de ocho meses. En ese momento, quienes lo cuidaron, hicieron público el caso y lograron una repercusión nacional.

A raíz de los hechos, Con La Gente dialogó con la mencionada psicóloga infantil Verónica Enseñat, quién desde su conocimiento analizó el caso: «Es una situación complicada que se da en familias «solidarias» o parejas que ofrecen alojar a un niño para que no esté en una institución hasta el momento de la adopción definitiva. A medida que pasa el tiempo se van generando vínculos, se establecen lazos que son inmediatos, sobre todo cuando se trata de niños porque ellos necesitan afecto».

«Generalmente vienen de situaciones muy duras, donde muchas veces está implicada la violencia. Por otra parte, hay una situación de abandono. Es por esto que el niño llega con muchas necesidades de poder establecer lazos, y quién está al cuidado de ese niño con intenciones de crianza, se brinda con todo, da lo mejor de si», explicó la especialista.

 

La tristeza de Sergio Gigliotti y Cristina Morla cuando tuvieron que entregar a Kiki en enero.

 

A partir del nuevo fallo, los firmantes Eduardo Sodero, Luciano Pagliano y Armando Drago dieron lugar a una apelación presentada por la Defensoría General que había sido rechazada en primera instancia, por lo que ordenaron el retorno del niño al matrimonio de guarda.

Una de las principales discusiones sobre este tema se da a raíz de las consecuencias que genera en el niño el hecho de ser llevado de una familia a otra en un lapso de tiempo muy corto.

En tal sentido, Enseñat opinó: «Cuando el niño tiene que ser restituido se da un doble trauma porque vuelve a vivir una situación de desapego, rompe de nuevo los vínculos que ya tenía. Él estaba aprendiendo a relacionarse con las personas que sintió que podían quererlo, pero esos vínculos se transforman en débiles porque aparecen y desaparecen, no los puede sostener en el tiempo».

«Esto marca a los chicos. Tendrán desconfianza, miedo al abandono y al desamor. Formas una familia y te separan, luego te integras a otra y vuelven a distanciarte. Así, el niño no termina creyendo en esos vínculos y le costará relacionarse con otras personas, inclusive cuando sea más grande», continuó la psicóloga que fundó y dirige «Crianzas», un centro de trabajo para niños donde abordan diferentes patologías no severas, como los problemas de conducta y de aprendizaje.

Por otra parte, Verónica afirmó que este caso sembrará un precedente, pero que habrá que analizar cada situación en particular: «Deberán considerar cómo es la historia de la familia que lo recibe y cómo fue el contrato que firmaron y sus consecuencias. Si va a ser un hogar de tránsito, una guarda o una familia solidaria. Siempre hay que tener en cuenta que aquí se trata de no restar, sino de sumar. Es decir, que todo proceso sirva para acompañar y hacer más grata la infancia del niño».

La familia formó un vínculo muy fuerte en el tiempo que compartieron.

A partir de la situación de Kiki y el apego que sintieron quienes lo cuidaron por un tiempo, se plantea la interrogante sobre si hay diferencias en los vínculos que genera un niño con sus padres biológicos o con los de crianza.

«En un proceso de adopción, cuando hay una aceptación de la historia de que ese niño no fue concebido, sino que fue adoptado, con el correr del tiempo los vínculos son tan fuertes como los que se pueden establecer a partir del nacimiento de un hijo biológico. Siempre y cuando toda esa historia esté bien trabajada por la pareja que va a adoptar», argumentó quién además se desempeña en el Centro de Neurología de Rosario.

«El tránsito que hacen las parejas para adoptar un hijo, es casi el mismo camino que hacen los papás para tener un hijo biológico. Porque existe el deseo, las ganas de tenerlo y también la espera que en el caso de los papás adoptantes es mucho más larga y angustiante. En ambas situaciones se atraviesan las mismas emociones pero en diferentes tiempos: la adopción de un hijo es más trabada por papeles, burocracia y a veces con un poco más de costo emocional, porque quizás la pareja viene de la frustración de no poder concebir o de pérdidas de embarazo», agregó Verónica Enseñat.

Por último, la psicóloga infantil hizo énfasis en la importancia de respetar la historia que trae el niño e incorporarla como propia: «Cada pareja imagina como va a ser ese bebé, que nombre le va a poner, como será su cara, etc. Cuando llega, es todo alegría, pero hay una historia previa desde la gestación que a veces genera temores. Mientras uno pueda hablarle con la verdad a los niños, contándole cuál es su origen y lo importante que fue para la familia su llegada, pueden lograrse vínculos muy sanos, fuertes y de mucho amor».

Ahora, a partir de la resolución, Sergio Gigliotti y su esposa pelearan por la adopción definitiva del niño y su hermanito. Aún así, el ministro de Desarrollo Social, Jorge Álvarez, declaró públicamente que Kiki estará en manos de la pareja “hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo, que es la adoptabilidad del niño”. Y sostuvo que la adopción se hará mediante el RUAGA, el sistema único de registro de adoptantes. La lucha de la familia no cesa y el tema seguirá generando opiniones dispares.