Por Enrique Genovar
A veces es difícil explicar por qué un equipo que tuvo mucho menos la pelota que otro le gana 3-1. Y en otras oportunidades no se hace tan complicado buscar los por qué. Lo que pasó en la derrota de Central en manos de Colón no es complejo de explicar y más cuando volvió a cometer los problemas de siempre. El equipo de Diego Cocca arrancó de la peor manera la Copa, no se pudo guardar definitivamente la calculadora en el bolsillo y salió de la zona de Sudamericana.
Una mala noche la puede tener cualquiera. Pero no es la primera vez que al Canalla le hacen 3 goles en lo que va de la temporada. Es que cuando lo lastiman es difícil que reaccione y en lo que va del año ha habido un montón de ejemplos.
Central ya tiene problemas crónicos. Malas manera de marcar, de retroceder el campo y de jugar. Inconvenientes que el técnico no puede corregir y que por la permanencia en el tiempo y por las reiteraciones son crónicos.
Ante Colón el juego comenzó bien. Es que la pelota estaba en posesión del local y la visita solamente se dedicaba a estar bien plantado en su campo. Pero la impericia canalla para generar fútbol se hizo presente otra vez. Y para colmo en el primer acercamiento sabalero vino el primero del partido, mostrando una vez más lo mal que marcar este equipo cuando tiene un córner en contra.
Instantes después Colón se aprovechó de una mal entrega de Pereyra, algo que también ya se había sucedido otras veces, y marcó el segundo. Y el tercero llegó tras un mal retroceso, otro problema crónico.
Fueron 30 minutos, en media hora a Central se le cayó todo lo que había preparado y se terminó el partido a pesar de que aún quedaba bastante por jugarse.
Otra de las cuestiones que llamó la atención fue que Cocca no realizara cambios en el entretiempo con un 3-0 en contra, algo sencillamente inentendible.
El complemento, más allá del descuento de Ruben en el inicio, fue más de lo mismo en cuanto al trámite del partido. La única diferencia es que el rival se conformó en mantener la ventaja y solamente preocuparse por su propio arco.
Empezó de manera muy negativa la Copa, pero a esta altura lo que más debe preocupar es la actuación individual de varios jugadores y la falta de respuestas del entrenador ante los errores de siempre.