La mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más importante para los musulmanes Islam, cerrará sus puertas en una decisión sin precedentes que apunta a contener la propagación del coronavirus en Jerusalén.
La Explanada de las Mezquitas es el corazón religioso de Jerusalén Este y descansa en uno de sus laterales sobre el Muro de los Lamentos, último vestigio del Templo de Salomón judío.
La decisión ha sido adoptada por la Waqf, la autoridad religiosa de la zona, que también resolvió cerrar la Cúpula de la Roca «como medida de precaución», otro lugar de importancia extraordinaria en la explanada, el supuesto punto de ascenso de Mahoma a los cielos.
Sin embargo, «todas las puertas del recinto sagrado permanecerán abiertas par los fieles», ha añadido, por lo que los musulmanes podrán rezar en el patio abierto que rodea a la mezquita, publicó Europa Press.
Israel, por su parte, también ha anunciado este domingo que el Muro de los Lamentos será dividido en secciones para garantizar a los fieles los dos metros de espacio mínimo de seguridad contra el contagio, según ha confirmado el portavoz policial israelí, Micky Rosenfeld.