Ciudad

Compromiso social y deporte: el club de barrio La Lata que sueña en grande


Un club que nació por la necesidad de un barrio, hoy pelea por su gran sueño. La historia del María Madre de La Lata está teñida y caracterizada por la inclusión de jóvenes y la importancia de instaurar el deporte en una zona donde estos lo necesitan y mucho. El equipo de fútbol de salón fue campeón a fines del año pasado y hoy tiene la posibilidad de jugar el Torneo Nacional en Río Grande, pero lo económico pone barreras y ahora piden ayuda para lograr romperlas.

Con la obtención de la Copa Finalización de la Asociación Rosarina de Fútbol de Salón a fines de 2017, a María Madre se le habilitó un cupo para jugar el Nacional, que se disputará del 16 a 22 de septiembre en Tierra del Fuego. Actualmente el club no posee los fondos para enviar al plantel de Menores a disputar ese campeonato, por lo que se inició una gran campaña en redes sociales pidiendo apadrinamiento de empresas o particulares, que brinden una ayuda económica para lograr alcanzar ese sueño que desvela a un equipo de chicos de 14 años.

Con La Gente se metió de lleno en la historia de este humilde club que hoy alberga a 350 chicos en distintas disciplinas y, desde su creación, formando parte primero de la parroquia María Madre de Dios de barrio La Lata (Paraguay y Amenábar), fue creciendo de manera inimaginable para sus propios dirigentes y coordinadores, y hoy tiene la posibilidad de representar a la ciudad en un torneo de envergadura nacional.

Giuliano Baruzzo, coordinador general de todo el proyecto en La Lata y también del club, atendió amablemente a este medio y le contó la historia de una institución creada para los jóvenes del barrio y con un objetivo bien claro: sacarlos de la calle.

El motor de todo esto comenzó siendo social. Nos motivaba, y nos sigue motivando, trabajar para estos chicos. Nosotros llegamos a la parroquia en 2015 y comenzamos con actividades en el garaje de la misma, con un metegol y con una cancha improvisada de fútbol-tenis”, relató Giuliano.

La idea era estar ahí y generar un vínculo. Escucharlos, charlar y pasar tiempo con ellos. Con el correr del tiempo fuimos agregando espacios, porque nos dimos cuenta que el trabajo debía ser integral”, añadió.

Hoy en día, la parroquia cuenta con un espacio educativo, en el que se incluyen las clases de apoyo escolar, una escuela primaria para adultos (a la que asisten 20 personas del barrio) y un Eempa orientado a un oficio, en el que se dictan cursos de carpintería, sublimación, cocina y muchas cosas más. También hay lugar para la cultura: se brindan talleres de guitarra, danza y percusión. Además, se fundó una cooperativa de albañilería para que puedan tener su trabajo.

Luego de todas estas áreas que fuimos agregando, nos dimos cuenta que quizás la herramienta que más nos iba a funcionar era la deportiva. Es por eso que en el año 2016 se fundó el club María Madre de barrio La Lata. Comenzamos sólo con tres categorías de fútbol de salón y, luego de un año, logramos federarnos en la Asociación Rosarina y comenzamos a competir en 2017, con increíbles resultados”, enfatizó Giuliano.

Pasamos de juntarnos a jugar a la pelota, a practicar un deporte con disciplina y compromiso. Cuando los chicos del barrio empezaban a ver que los que practicaban jugaban en los estadios de Newell’s y Central, fue como un imán. Todos quisieron venir a jugar y en muy poco tiempo tuvimos una superpoblación. Por supuesto que completamos todas las categorías de fútbol de salón y hasta nos vimos obligados a crear nuevas disciplinas para no dejar de contener a todos los chicos y chicas que se acercaban”, añadió.

Además de fútbol de salón (masculino y femenino), lo más fuerte que tiene el club hoy por hoy, actualmente se practica hockey sobre césped, taekwondo, natación (en el Polideportivo 9 de Julio) y tenis de mesa. “Pasamos de jugar al metegol en un garaje a ser un monstruo que les abre las puertas a 350 chicos”, indicó.

Nuestra tarea nunca dejó de ser social, pero agregar lo deportivo fue un gran acierto. Y gracias a los resultados que obtuvimos, hoy estamos peleando por un sueño que hubiese sido impensado para María Madre hace no mucho tiempo”, remarcó Giuliano.

«Cuando llegamos a barrio La Lata nos encontramos con que el 100% de los chicos estaban desescolarizados y ninguno llegaba hasta el tercer año. Por eso hemos tomado la decisión de que, para jugar, el requisito es tener la libreta de la escuela al día y traernos las notas. Los chicos, hoy por hoy, saben que si no van a la escuela y no estudian se quedan sin Nacional. Ahora me mandan fotos con los libros todos los días«, afirmó entre risas.

Asimismo, deslizó: «Acá venimos a trabajar para todos, pero principalmente para darle lugar a aquellos a los que más les cuesta. Nosotros priorizamos a aquel que no es muy bueno para jugar y se acerca con ganas de mejorar. El chico que es habilidoso puede ir y tener un lugar en cualquier club. También lo necesitamos y por supuesto queremos que esté con nosotros, pero acá todos tienen las puertas abiertas«.

Sobre el viaje, explicó: “El dinero que necesitamos es exclusivamente para los chicos. Será para abonar el viaje en avión, el alojamiento, las comidas y la indumentaria. Por decisión propia, el cuerpo técnico pagará el viaje por su cuenta. No nos parecía ético incluirnos en esa necesidad y aprovecharnos de la solidaridad de la gente. Queremos que todo sea para los jugadores”.

De a poco, algunas empresas se están acercando y por supuesto que los chicos también se están moviendo, con rifas y vendiendo pollos. Es un gran sueño para todos y estamos haciendo lo que está a nuestro alcance para cumplirlo”, cerró.

Todo aquel que esté interesado en contribuir con María Madre de barrio La Lata, puede comunicarse con Giluano, coordinador general de todo el proyecto en barrio La Lata y el coordinador del club, al 341 623-7732.