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Las víctimas son estudiantes

Se rompió la tregua: 4 heridos en un ataque en Nicaragua


La tregua de 48 horas firmada en Nicaragua se rompió este domingo cuando un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Agraria (UNA) fue atacado por presuntos paramilitares. En el incidente producido a más de un mes del inicio de la crisis desatada en el país centroamericano hubo al menos cuatro heridos.

Los estudiantes fueron atacados en una universidad pública de Managua y, más tarde, acusaron a grupos paramilitares aliados del gobierno de Daniel Ortega, con el que el sábado firmaron una tregua para suspender las protestas que comenzaron hace un mes y que desde el inicio fueron masivamente reprimidas por la Policía y los paramilitares.

Lesther Alemán, líder de los universitarios que se encuentran atrincherados en un conflicto con el gobierno, denunció que una «turba» de paramilitares disparó anoche contra las instalaciones de la Universidad. Enviados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tomaron nota de la denuncia y comenzaron a trabajar con cuatro equipos en todo el país.

«Registramos la existencia de cuatro heridos la noche del sábado como resultado de un ataque en contra de los estudiantes de la Universidad Nacional Agraria (UNA) en la Carretera Panamericana Norte de Managua», afirmó Paulo Abrao, secretario ejecutivo de la CIDH. Por su parte, el rector general de la UNA, Telémaco Talavera, un aliado político del gobierno sandinista, expresó anoche su «total repudio» al ataque y culpó a la Policía. «Reitero nuestro total repudio a todo acto de violencia y hago un llamado a respetar los acuerdos tomados por todos los sectores en la Mesa de Diálogo», agregó el académico, quien participa en la mesa de negociaciones en representación de las universidades.

La tregua fue pactada tras un mes de un conflicto que comenzó el 17 de abril pasado con una protesta estudiantil contra una reforma al Seguro Social, que aumentaba las cuotas de empresas y trabajadores, y que se profundizó tras la represión policial y paramilitar contra manifestantes desarmados que dejó decenas de muertos y cientos de heridos y derivó en pedidos de renuncia del presidente Ortega y de su esposa y vicepresidente, Rosario Murillo. A 33 días del inicio de la crisis, el gobierno de Nicaragua solo reconoce 18 muertos por la represión, mientras que organismos de derechos humanos independientes ya denunciaron al menos 66 muertos y más de 540 heridos, 200 de ellos por disparos de la Policía y grupos paramilitares.