Dagmar Turner ya había acordado con los médicos del King’s College Hospital de Londres la posibilidad
Dagmar Turner ya había acordado con los médicos del King’s College Hospital de Londres la posibilidad
Una paciente tocó el violín durante una intervención quirúrgica a la que fue sometida para extraerle un tumor cerebral. La protagonista de la historia es Dagmar Turner, quien de antemano había acordado la posibilidad con el equipo médico que la intervino, en el King’s College Hospital de Londres.
En ese centro médico fue operada el pasado 31 de enero quien integra la Orquesta Sinfónica de la Isla de Wight. La paciente temía que la intervención la dejara sin la posibilidad de ejecutar el violín. Para contrarrestar esa posibilidad, los médicos la devolvieron a la consciencia en plena cirugía, con la finalidad de que pudiera constatar que podía seguir deslumbrando a su audiencia con su instrumento dilecto.
Según un comunicado de prensa del prestigioso centro médico del Reino Unido, el tumor extirpado estaba en su lóbulo frontal derecho, cerca de un área que controla el movimiento fino en su mano izquierda. Ese último detalle fue lo que había hecho dudar a la mujer de someterse a tal práctica que podría privarla de su gran pasión.
La operación fue supervisada por el profesor Keyoumars Ashkan, consultor neurocirujano del King’s College Hospital, quien abrió el cráneo de la talentosa música antes de que un anestesiólogo y un terapeuta la despertaran. No es la primera vez que un paciente es despertado de su anestesia durante una intervención: en otras oportunidades se les pidió que realizaran pruebas de lenguaje durante la extracción del tumor. Sin embargo, esta fue la primera vez que se le pidió a alguien que tocara un instrumento musical.
Ashkan -quien además es licenciado en música y es un pianista consumado- ideó un plan a medida para preservar las habilidades musicales de la mujer y lograr las necesidades milimétricas de la operación. «Sabíamos lo importante que era el violín para Dagmar, por lo que era vital que preserváramos la función en las delicadas áreas de su cerebro que le permitían tocar», dijo el profesional. Y abundó: «Logramos eliminar más del 90 por ciento del tumor, incluidas todas las áreas sospechosas de actividad agresiva, al tiempo que conservamos la función completa en su mano izquierda».
A los tres días, Dagmar fue dada de alta y abandonó el King’s College Hospital, informó el sitio ABC de Australia.
La violinista tiene 53 años y desde los trece ejecuta el instrumento. «La idea de perder mi capacidad de tocar fue desgarradora pero, como músico, el profesor Ashkan entendió mis preocupaciones», indicó la mujer.