El proyecto privado conocido como "la Salada legal" abriría sus puertas en Sarmiento al 700, con 65 puestos de emprendedores. La iniciativa abrió un debate entre los comerciantes del centro
El proyecto privado conocido como la «Salada legal» abrirá sus puertas en Sarmiento al 700, con 65 puestos de emprendedores. La iniciativa abrió un debate entre los comerciantes del centro
Por Matías Gregorio
Un proyecto comercial sin precedentes en Rosario desembarcará en los próximos meses para alentar las ventas en una zona muy castigada en los últimos años: el centro de la ciudad. Se trata de la Feria del Centro, una iniciativa privada que ya ha funcionado en distintos puntos del país y es conocida como la «Salada legal». 65 emprendedores de múltiples rubros ofrecerán su mercadería en un espacio de 700 metros cuadros ubicado en Sarmiento 947. Desde que se conoció la propuesta, surgieron opiniones diversas: mientras la Asociación Casco Histórico celebró su llegada, el Centro Comercial a Cielo Abierto Calle San Luis denunció competencia desleal.
La marca Feria del Centro nació en el año 2008 y y fue inaugurada en octubre de 2009 en la ciudad de Olavarría, provincia de Buenos Aires, con el objetivo de incluir en el circuito comercial a cientos de emprendedores y comerciantes que no contaban con la capacidad para afrontar un alquiler y todos los gastos extra que el mismo conlleva. El negocio se define como «líder en el segmento del mercado low cost y el fast fashion» y promete a los interesados recuperar la inversión de lo que cuesta un puesto en tan solo cuatro meses.
Los dueños de la Feria pretenden abrir en la brevedad el local en el centro de Rosario, puntualmente en un espacio de 700 m2 en calle Sarmiento 947, donde habrá lugar para 65 emprendedores de múltiples rubros como calzado, indumentaria, joyería, decoración y arte. A diferencias de otros emprendimientos similares, permanecerá abierto durante todo el año, y la convocatoria para acceder a un puesto comercial dentro de la Feria ya está abierta a través de Facebook.
El presidente de la Asociación Casco Histórico, Fabio Acosta, se mostró muy entusiasmado y aseguró que el arribo del llamativo proyecto comercial «ya es un hecho», dado que «está avanzadísimo», según le dijo a CLG. Acosta explicó que el emprendedor ya cuenta con la Licencia de Uso y Libre Afectación (Lula) «que le informa a la Municipalidad que es lo que van a hacer ahí». Ahora dispone de 90 días para presentar toda la documentación necesaria y así conseguir la habilitación definitiva.
«Hasta ahora está todo dentro del marco normativo», afirmó el referente de Casco Histórico que mantiene un diálogo constante con el fundador de la firma, Lucas Torres, quien se vínculo tiempo atrás con la megaferia La Salada. «El pasado martes estuve reunido con los dueños y el tema viene muy bien», añadió.
Acosta señaló que hay una sola diferencia a saldar: «En el caso de un shopping, por ejemplo, hay un propietario que le alquila los locales a terceras personas, pero aquí es distinto: hay un emprendedor que alquiló el predio de 700 metros cuadrados cubiertos y lo subdividió. Todavía no está sentada la jurisprudencia para ese tipo de formato, por lo que están en conversaciones con la Municipalidad para avanzar en este sentido».
Desde Casco Histórico «intuyen» que no va a ser el primer empresario que llegue con una propuesta de este tipo, por lo que consideran necesario que el municipio «abra el juego a esta nueva modalidad, que no sólo está floreciendo en Rosario sino en todas las ciudades importantes del país». «Hay propietarios que tienen enormes locales ociosos desde hace muchos años que podrían ser utilizado con este fin», justificó Acosta.
En conclusión, describió que «se va a trabajar con una idea de shopping pero con un formato normativo distinto». «Mientras se haga todo dentro del marco de la ley, nos da tranquilidad. Cada comercio va a tener su habilitación independiente. No guarda relación con la Salada porque lo que se va a vender son todos productos de primera línea, eso se instaló para generar polémica», apuntó.
Acosta mencionó que en el local de calle Sarmiento anteriormente funcionaba un comercio de importación con productos de bazar, juguetería y regalería. Ahora, dentro de la Feria del Centro, habrá comerciantes de todo rubro: «No va a haber limitaciones, siempre y cuando sean productos que no sean de fraude marcario ni marcas truchas».
Además, adelantó que se hará una campaña de marketing unificada para todo el predio, lo que despertó el interés de muchos comerciantes del centro en tener otro expendido «ya que hacer una publicidad para 65 locales de forma simultánea es mucho más económico que hacer para un local solo».
«Lo que se va a hacer ahí tiene que ver con el futuro del comercio a mediado plazo que es ofrecer mercadería low cost, es decir, a bajo precio. Se puede ver en Pola Nola y Otilia, que tienen este formato y les va muy bien a pesar de que pagan alquileres muy altos. Es el segmento que faltaba explotar y que le va a venir bárbaro a la zona del centro. Para nosotros es una alegría», cerró Acosta.
En contraposición, el titular del Centro Comercial a Cielo Abierto Calle San Luis, Miguel Ángel Rucco, se mostró cauto con la instalación del flamante emprendimiento al remarcar que aún hay «muchos interrogantes» y que «se les debe exigir lo mismo que le piden a cada local de calle San Luis».
«La Municipalidad nos dijo que no habían recibido ningún pedido de habilitación como feria, porque seguramente tiene una legislación especial, que todavía no sabemos cuál es», reclamó Rucco en diálogo con CLG. Además, denunció que podría tratarse de un negocio inmobiliario de gran magnitud: «Si quien alquila paga aproximadamente 100 mil pesos por mes y luego subalquila el lugar a 65 locales a 25 mil pesos cada uno, estaría haciendo un negocio enorme».
El referente del Centro Comercial a Cielo Abierto Calle San Luis comentó que cada uno de los locales de dicha arteria «poseen una habilitación con un montón de requisitos; tributan muchísimo al Estado municipal, provincial y ante la Afip; registran a sus empleados; reciben inspecciones; y pagan alquileres altísimos», por lo que pretenden que «no se cree una competencia desleal», puesto que este tipo de ferias «tiene mercaderías que no se sabe el origen ni la procedencia», concluyó Rucco.