Por Diego Carballido
La primera vez que surgió la idea de buscar un día dedicado a la red de redes fue en Octubre de 2005, en España, cuando planteo esa posibilidad la Asociación de Usuarios de Internet. En noviembre de ese mismo año, la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información planteó la iniciativa a la ONU, quienes establecieron al 17 de mayo como el Día Mundial de Internet. Si bien la fecha no fue adoptada en todos los país por igual, en Argentina, desde el 2007 se lo considera un día para reflexionar sobre el presente de la red de comunicación que cambió para siempre nuestra forma de relacionarnos.
Desde las primeras conexiones surgidas como una manera de preservar la información militar estadounidense frente a la amenaza de los rusos, llamada en ese momento Arpanet, hasta conectar en la actualidad a casi la mitad del globo terráqueo, la red ha pasado por diferentes estadios. Desde su masificación en EEUU, en la década de los noventa, hasta llegar a nuestra región junto con el nuevo milenio, internet, pasó de ser un lugar de intercambio de información de todo tipo y de libre circulación de las producciones artísticas, para luego convertirse en un valioso depósito de datos personales y donde la circulación ya no se realiza de manera tan libertina.
Una de las cuestiones que permitió la red fue la proliferación de posibilidades de negocios que revolucionaron la comunicación, pero también aceleró la concentración de la riqueza en pocas manos. Hoy en día, ocho personas reúnen casi el 50% de la riqueza mundial, la mitad de ellos son dueños de exitosos emprendimientos virtuales. Hablamos de Bill Gates de Microsoft, Mark Zuckerberg de Facebook, Larry Ellison de Oracle y Jeff Bezos responsable de Amazon. Quienes no sólo traducen su riqueza en dinero sino también en la acumulación de datos porque, en la actualidad, la información es un recurso valioso y plataformas como Google o Facebook disponen de una asombrosa cantidad de registros de sus usuarios.
Un lugar no tan seguro
A partir de casos resonantes como fueron los WikiLeaks de Julian Assange y, sobre todo, desde las revelaciones del ex agente de la NSA, Edward Snowden, el mundo tomó conciencia de la poderosa maquinaria que constituye hoy en día el control de los datos que circulan en la web. Cuando históricamente los gobiernos de las grandes potencias invertían mucho dinero en el espionaje de determinados objetivos, en la actualidad, los usuarios brindan gran cantidad de información de manera gratuita en los distintos espacios virtuales.
Recientemente, el escándalo de Cambridge Analytics puso en evidencia la fragilidad de la privacidad en la popular red social Facebook. Fue un caso que obligó al principal responsable de la empresa, Zuckerberg, a tener que presentarse ante el Congreso de los EEUU a dar explicaciones. También puso en tela de juicio el papel que juegan las redes sociales dentro de la democracia, a partir de la disponibilidad de información sensible de sus usuarios. Cambridge Analytic fue la empresa encargada de, solamente, recolectar la información de Facebook a través de un algoritmo y analizar tendencias políticas para ponerlas a disposición de la campaña de Donald Trump.
Organizaciones en favor de los usuarios
Frente a este panorama de la red de redes existen numerosas ONGs que trabajan en defensa de quienes diariamente hacen uso de la web. Una de ellas, es la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), una organización que promueve el respeto por los derechos fundamentales y que, en el último tiempo, tuvo un viraje hacia la preocupación por la privacidad en internet. En un documento publicado recientemente denominado: “Recomendaciones para la transparencia y anticorrupción en la adquisición y uso de tecnologías de vigilancia por parte de los Estados americanos”, la organización analiza cuestiones referidas al presente de la privacidad en nuestro continente, así como también la falta de transparencia de algunos Estados en la adquisición de tecnología de vigilancia y el seguimiento a activistas políticos o periodistas.
En la misma sintonía, la organización chilena Derechos Digitales presentó este año su informe: “¿Quién defiende nuestros datos?”, donde se investiga las políticas de privacidad de las distintas empresas prestadoras de servicios de internet en el país trasandino A partir de los resultados, presentaron un proyecto de ley en el parlamento chileno para mejorar los estándares de protección donde se proyecta la creación de la Agencia de Protección de Datos Personales, una especie de Defensa al Consumidor en épocas donde gran parte de la vida pasa a tener un carácter virtual y el tiempo abocado frente a la pantalla es cada vez mayor.
