La plaga se concentra en Chubut, Río Negro y Santa Cruz. No representa una amenaza para el ser humano. El Senasa declaró la emergencia
La plaga se concentra en Chubut, Río Negro y Santa Cruz. No representa una amenaza para el ser humano. El Senasa declaró la emergencia
No es la primera vez que aparece, pero en esta oportunidad su incidencia es más grave. Una plaga insectos ortópteros conocida como «tucura sapo» avanza sin control en la meseta patagónica, afectando en principio a una superficie de 40 lotes de 625 hectáreas cada uno, en cuyo interior hay varios focos que no pudieron ser contenidos por las autoridades sanitarias.
Las tucuras son insectos parecidos a las langostas, con una población que va en aumento mientras se desplaza motorizada por su voracidad y provoca grandes daños en la vegetación propia de la meseta patagónica, principalmente en Chubut, Río Negro y Santa Cruz.
El tucura sapo es un saltamonte nativo de la patagonia. Además de comer vegetales, se alimenta de otros ejemplares muertos, por lo que se lo conoce como “bicho caníbal”. Mide entre 3 y 5 centímetros.
Esta especie tiene la particularidad de no tener alas -se desplaza arrastrándose- y pone sus huevos en áreas pedregosas donde predominan los arbustos.
El insecto en grandes poblaciones supone un problema ya que, al alimentarse de los mismos recursos que las ovejas, pone en riesgo la producción bovina de la región.
“Más allá de la impresión que puede dar ver a este insecto, no representa ningún tipo de riesgo directo al ser humano y no transmite ningún tipo de enfermedad”, aseguró Héctor Medina, representante del Programa de langostas y tucuras del SENASA, en diálogo con TN.
Además, explicó que el control de estos insectos se realiza con químicos, pero aseguró que es necesario que se den las condiciones climáticas óptimas. “Es importante preservar la salud humana y de los animales y el ambiente en general”.
“Las tucuras tienen una capacidad reproductiva muy alta -ponen hasta 40 huevos-, por lo que la siguiente población será más grande y es importante cortar el ciclo”, explicó Medina. Y seguró que, poco a poco, con el descenso de las temperaturas en la región patagónica, la población disminuirá notablemente.
El director de la meseta central de la Corporación de Fomento Rural (Corfo) de Chubut, Mario Reguiló, dijo que “habíamos avanzado con un programa de manejo pero evidentemente no dio resultado y ahora la plaga creció mucho y nos cuesta combatirla porque no encontramos remedios adecuados».
«Como no se pudieron combatir en los controles preventivos cuando la especie era juvenil ahora se complica porque llegan a la etapa de la adultez y requieren otro tipo de remedios para atacarlas» describió Reguiló.