Las ONGs ambientalistas El Paraná No Se Toca y Guardianes de Victoria se movilizarán este domingo para denunciar la construcción de terraplenes en la zona de islas de Victoria
Las ONGs ambientalistas El Paraná No Se Toca y Guardianes de Victoria se movilizarán este domingo para denunciar la construcción de terraplenes en la zona de islas de Victoria
Por Matías Gregorio
No hace mucho tiempo atrás los humedales eran considerados tierras sin función alguna que debían ser arrasadas por desarrollos económicos funcionales a la lógica capitalista que cada vez destroza más nuestro planeta. Pero gracias al trabajo de científicos, académicos, dirigentes políticos y organizaciones civiles, cada vez se conoce más sobre sus innumerables beneficios ecosistémicos. Para tener presente su importancia, este domingo se celebra el Día Mundial de los Humedales, en conmemoración de la firma del Convenio sobre los Humedales en Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971, considerado el primer tratado en el planeta relativo a la conservación y el uso racional de los humedales.
El 21,5% del territorio argentino está formado por humedales, de los cuales 23 han sido designados como de “importancia internacional”. A estos últimos se los conoce como “sitios Ramsar”, por tratarse de áreas protegidas en el marco de la Convención que lleva el mismo nombre. De ese porcentaje, 17.500 km2 corresponden al Delta del Paraná, compartido por las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe. Por eso, para Rosario y sus habitantes, que verano tras verano disfrutan de los humedales que ofrecen las islas entrerrianas, el 2 de febrero es una fecha muy especial. Sin embargo, este año no hay nada para celebrar.
Desde hace tiempo, las organizaciones ambientalistas El Paraná No se Tocá y Guardianes de Victoria vienen advirtiendo el avance de la construcción de terraplenes en una amplia zona de los humedales de las islas entrerrianas ubicadas frente a Rosario, lo que afecta severamente a estos ecosistemas y modifica los cursos naturales de agua.
A raíz de esta situación, las ONGs decidieron conmemorar el Día Mundial de los Humedales donde los mismos están siendo agredidos. «Habitualmente el 2 de febrero es como nuestra fecha patria. Solemos organizar algún evento en particular en distintos puntos de la ciudad o compartimos espacio con jornadas organizadas por la Municipalidad o con otras organizaciones, pero en esta oportunidad surgió la idea de hacer algo distinto, yendo directamente al lugar del conflicto», explicó Jorge Bártoli, integrante de El Paraná No Se Toca, en diálogo con CLG.
«Tenemos desde hace varios meses una lucha a brazo partido contra una obra muy grande que se está haciendo en la zona de islas de Victoria que es adyacente a la traza vial Rosario – Victoria, a la altura del kilómetro 43. Allí se están construyendo varios kilómetros de terraplenes por parte de una empresa vinculada a la explotación ganadera. Hemos hecho denuncias en todos los ámbitos que pudimos, de manera formal, por las redes sociales y también en conjunto con la organización colega Guardianes de Victoria», desarrolló Bártoli.
Las ONGs se juntarán este domingo por la tarde, a partir de las 18, en la rotonda del kilómetro 43 de la conexión vial Rosario – Victoria. «Nos pareció una buena oportunidad para ponerle nombre y apellido a las cosas y que sean visibles», señaló el entrevistado, y dijo que «la idea no es generar un problema de tránsito, sino hacer un acto pacífico para expresar nuestra postura».
El conflicto
El hecho tomó conocimiento público cuando a fines del año pasado desde El Paraná No Se Toca replicaron un video aéreo de la ONG Guardianes de Victoria en el cual se observa el trabajo de retroexcavadoras y motoniveladoras en la zona denunciada. “A la vista está como se destruye nuestro humedal”, alertaba el grupo ecologista.
Al día de la fecha, Bártoli denunció que las obras siguen avanzando y criticó el escaso accionar de la Municipalidad de Victoria: «Prácticamente no han intervenido. Sólo lo hicieron en algunas obras menores de movimientos de tierra, donde allí si dictaron la suspensión de los trabajos. Pero concretamente, en este lugar donde hacemos el reclamo, no hay organismo que haya tomado la iniciativa de actuar».
Jorge aclaró que «si bien estamos hablando de la Municipalidad de Victoria», los organismos supramunicipales que deben intervenir son el Consejo Regulador del Uso de Fuentes de Aguas de Entre Ríos y la Dirección Hidráulica de dicha provincia. Esta última entidad «es la que tiene el verdadero poder para inspeccionar el lugar y ordenar no sólo la detención de las obras, sino también para intervenir directamente sobre el uso que se le está dando al suelo», mencionó Bártoli, basándose en lo que indicó el Superior Tribunal de Justicia de la provincia litoraleña el año pasado.
Por estas razones, entienden que «ya no hay demasiadas excusas como para que estos organismos no hagan algo al respecto». Y contó el último argumento que les dieron desde la Dirección Hidráulica a fines del año pasado: «Nos dijeron que esa zona de terraplenes no estaba en sus órdenes prioritarias para intervenir y que tampoco contaban con los medios como para desplazarse hacia ese lugar».
«La cuestión primordial no es que colmaron nuestra paciencia. Acá lo más importante es que la agresión y el daño ambiental es realmente enorme y sienta un pésimo antecedente a la vista de todo el mundo», remarcó Bártoli.
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La importancia del Delta del Paraná
Al ser consultado sobre la dimensión del humedal del Delta del Paraná, Jorge dijo que sencillamente «es monumental», al argumentar que solamente la Municipalidad de Victoria tiene bajo su órbita 376 mil hectáreas de islas. «Es un área compleja de controlar y de regular porque involucra diferentes jurisdicciones provinciales, como la de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe. La situación más grave se da en Buenos Aires, donde hay un fuertísimo avance de la frontera inmobiliaria sobre los humedales. Acá batallamos contra el avance de la frontera agropecuaria, sumado a los problemas de contaminación, sobrepesca, etcétera», detalló Bártoli.
En la Argentina, los humedales no cuentan con una ley que los proteja, como si sucede con los glaciares o los bosques, por ejemplo. Sobre este tema, dijo que la esperanza de que se promulgue una norma al respecto «siempre está vigente», aunque afirmó que «la idea es trabajar para que la esperanza se concrete en una realidad».
De hecho, contó en estos días se está llevando a cabo en la localidad santafesina de Villa Ocampo el Primer Foro Argentino de Humedales, que nuclea a organizaciones vinculadas a la protección de estos ecosistemas. «Evidentemente el trabajo conjunto, la comunicación, el manejo inteligente de la información y de las redes sociales a veces da resultados positivos, como sucedió en Mendoza», reconoció Bártoli.
Si bien en cuanto a la ley consideró que «seguimos en pañales», puesto que los sucesivos proyectos presentados han tenido sanciones parciales y finalmente han ido perdiendo estado parlamentario, destacó que si ven «avances paulatinos» de determinadas leyes provinciales que tienden a la protección de estos ecosistemas. «Lo que no viene desde arriba parece ser que se está consolidando lentamente desde abajo», concluyó el integrante de El Paraná No Se Toca.