Un grupo de jóvenes creó “Graneleando Rosario”, una herramienta que busca eliminar la mayor cantidad de plásticos de un solo uso. Uno de ellos contó a CLG de qué se trata
Un grupo de jóvenes creó “Graneleando Rosario”, una herramienta que busca eliminar la mayor cantidad de plásticos de un solo uso. Uno de ellos contó a CLG de qué se trata
Por Gina Verona Muzzio
Bolsas de tela para ir al supermercado, tuppers y otros recipientes reutilizables son algunos objetos que sirven de herramienta a quienes deciden hacer de su cotidianeidad una existencia más sustentable. En este sentido es en el que caminan quienes emprendieron la iniciativa “Graneleando Rosario” y todos aquellos que, poco a poco, se van sumando a la misma.
Según explican sus impulsores, implica simplemente llevar recipientes a la hora de comprar algunos productos, principalmente alimenticios. Se trata de “un cambio de costumbre, de generar un hábito y hacernos cargo de la basura que generamos, eligiendo otro modelo de consumo”, indican en sus redes sociales.
“Graneleando Rosario surgió con el fin de reducir la utilización de plásticos de un solo uso. La idea es tener un consumo más consciente, responsable y generar menos residuos. Por eso fomentamos el consumo a granel”, comentó Martín, uno de los integrantes del proyecto, a CLG. Junto a otro grupo de jóvenes con intereses comunes, tomó conciencia “de los problemas de contaminación que generan estos tipos de plásticos, del costo y el consumo energético que tiene además el reciclaje del plástico”.
La idea de la iniciativa es tomar conciencia y evitar lo más posible este tipo de consumo. “Hay datos que muestran que tiramos un camión de basura de plástico por hora. La cantidad de residuos plásticos que se genera mundialmente es increíble. Además, se utilizan muchísimos recursos para producir plásticos que luego se usan cinco minutos”, desarrolló Martín.
Cómo comprar “a granel” en Rosario
Por definición, comprar a granel significa adquirir productos que se venden sin envasar o empaquetar. Y, aunque muchos no lo sepan, es una práctica que cada vez más rosarinos van implementando. El proyecto ideado por Martín y sus compañeros de equipo funciona entonces mediante una herramienta virtual, pero involucra a las personas de una manera muy real, humana y retrotrayéndolas, en algunos casos, a otras épocas.
“Construimos una herramienta, un filtro que incorporamos al Google Maps, al que le pusimos lugares donde venden artículos sueltos. Es un mapa que está en construcción y es colaborativo. Cualquiera que quiera cargar algún lugar, puede llenar un formulario y cargar información sobre comercios que venden sueltos. Los links se pueden encontrar en Instagram y Facebook”, detalló el joven emprendedor.
Con la misma intención, Graneleando Rosario realiza el “viernes de graneleo”. “Esto implica tratar de, al menos un día a la semana, no comprar plásticos de un solo uso”, expresó Martín. Él mismo incorporó hace un mes esta forma de consumir: “Entro al mapa, hago clic en los lugares y veo donde puedo comprar lo que estoy buscando. Voy con mi propio recipiente y compro a granel. Una vez que empezás a hacerlo, se vuelve un hábito. En el súper de abajo de mi casa, por ejemplo, voy con el tupper y pongo el queso cremoso, el queso en barra. O los cereales en la dietética”.
Una iniciativa que recién comienza
Los cambios de hábitos llevan tiempo y tomar conciencia del daño que se le hace al medio ambiente con algunas prácticas cotidianas, también. Por eso, de a poco la gente se va contagiando. “La primera vez llama un poquito la atención, pero hay que animarse a hacerlo. Es muy fácil. La respuesta de los comercios es muy buena, nos cuentan que ya lo hace mucha gente. También hay una dietética que para fomentar la compra a granel, ofrece un 5% de descuento en efectivo a quienes la realicen. La gente se va copando, el mapa va creciendo. Esta semana cargamos tres lugares nuevos, hubo tres comercios que llenaron los formularios”, relató Martín a CLG.
El joven dijo que “hay buena aceptación en general” y apuestan a que la movida “siga creciendo”. “Los beneficios creo que son dos: uno es tomar conciencia de los hábitos de consumo que uno tiene y cómo eso afecta al medio ambiente, en este caso usando plásticos muy poco tiempo. Y el otro, reducir la cantidad de residuos plásticos que uno genera”, añadió.
“La idea es seguir sumando lugares al mapa, no están tan a la vista, pero no son tan difíciles de encontrar. Al final del día, uno se siente bien, porque es más consciente y ayuda al cuidado del medio ambiente”, concluyó Martín.
El graneleo puede no ser el método de consumo más práctico, ni el más corriente, pero es el que se utilizaba antes del invento del plástico, tan solo décadas atrás. Por eso, desde Graneleando Rosario eligen “hacer más cosas porque sentimos que es lo correcto en el proceso, aunque no podamos medir el impacto global”.