Las balaceras fueron a principios de semana en la casa del titular de Somu, Pablo Ghietti, y en inmediaciones de la de su padre, donde dos vecinos resultaron heridos
Las balaceras fueron a principios de semana en la casa del titular de Somu, Pablo Ghietti, y en inmediaciones de la de su padre, donde dos vecinos resultaron heridos
Otra vez, el secretario del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu) de Rosario, Pablo Ghietti, fue víctima de un ataque mafioso. Su vivienda y la aledaña a la de su padre fueron atacadas a balazos entre el lunes y el martes de esta semana. En diciembre, ya se había producido un grave incidente en la sede céntrica del gremio y otro en los primeros días del año, con un lesionado.
Según indicaron fuentes policiales, uno de los ataques a balazos tuvo lugar en el domicilio de Ghietti, ubicado en Entre Ríos al 6300. De los dichos de vecinos se desprende que por el lugar, pasó una moto con dos ocupantes, uno de los cuales descendió, efectuó detonaciones y dejó una nota con un mensaje amenazante, que fue resguardada por los investigadores.
El caso es investigado por el fiscal de Flagrancia en turno, Dr. Ríos, quien dispuso se realicen entrevistas y las pericias de rigor. En el frente de la vivienda en cuestión se obserbaban varios impactos.
Mientras tanto, el segundo ataque tuvo lugar en Garibaldi al 100. En ese hecho resultaron heridas dos personas que residirían en el inmueble aledaño al de la familia de Ghietti y se encuentran internadas en el Hospital Roque Sáenz Peña. La Fiscalía estableció custodia policial para las víctimas de las balaceras.
Cabe recordar que en diciembre fue incendiado un vehículo que utilizaba el secretario general de Somu, mientras que el 10 de enero fue baleado otro dirigente de ese sindicato, en el edificio del mismo, en 3 de Febrero al 300. Los atacantes habían preguntado por “Pablo”, antes de disparar.
La Justicia investiga si los incidentes violentos están vinculados a la banda delictiva Los Monos, en el marco de un accionar extorsivo. La banda delictiva fue nombrada en el marco de la investigación, que considera una peligrosa trama de extorsiones, balas y amenazas, que tienen como objetivo “vender protección” a sindicatos y locales comerciales.