Ciudad

Entrevista a Gerardo Di Cosco

Alerta por cierre de panaderías: «Estamos en un momento desesperante»


La situación política, social y económica que atraviesa el país afecta a todos los sectores de la sociedad. La industria panadera no está exenta de este duro momento y sufre uno de las peores épocas de su historia. «Tengo 53 años, vengo de familia de panaderos y no recuerdo haber vivido una situación tan compleja y delicada como esta», aseguró en diálogo Con La Gente Gerardo Di Cosco, titular de la Asociación de Industriales Panaderos.

Para comprender la crisis que sufre el sector basta con retroceder una semana, cuando la tradicional panadería Alcorta de Necochea al 1700, con más de 60 años de trayectoria, bajó sus persianas y dejó a sus empleados en la calle.

Di Cosco expuso que la problemática se debe a tres causas mayores: «En primer lugar, aumentó mucho el precio de la harina debido a que está atado al dólar. En los últimos 60 días, el precio de la bolsa de harina de 50 kilos costaba 280 pesos, pero hoy está valiendo 600 o 650, de acuerdo a cada molino. La gravedad es que esto no tiene techo a consecuencia de que los molinos no pueden conseguir trigo».

En segundo lugar se encuentran los tarifazos: «La suba de las tarifas de luz y de gas nos afecta muchísimo. En 2015, en mi caso particular, la última factura de energía que había recibido era de 15 mil pesos y hoy estoy pagando en promedio 58 mil pesos. De gas pagaba 1000 y ahora 8000″, describió el titular de la Asociación de Industriales Panaderos.

Gerardo Di Cosco, titular de la Asociación de Industriales Panaderos, dialogó Con La Gente.

El último factor que afecta a la industria es la caída del consumo: «Ha bajado entre un 20% y 40% y no se puede recuperar. Estamos en un momento desesperante», continuó Di Cosco.

A pesar de los incrementos del precio de la harina, de los servicios públicos y la baja en las ventas, los panaderos tratan de no trasladar esta situación a los precios porque sino bajaría aún más la venta al público.

«Según nuestros estudios tendríamos que estar vendiendo el kilo de pan a 60 pesos, pero lo estamos vendiendo entre un 15 y 10 porciento más barato para tratar de no seguir espantando a la gente. Te da vergüenza decir que un kilo de pan cuesta 60 pesos», agregó con sinceridad el comerciante.

Por otra parte, Di Cosco adelantó que: «Si no es esta, la próxima semana vamos a convocar una asamblea. Además, a fin de mes habrá una reunión nacional donde irán todos los presidentes de los centros panaderos del país, donde seguramente se organizará una movida a nivel nacional».

«El que tiene que intervenir es el gobierno nacional, advirtiendo a quienes comercializan el trigo. La cosecha de este año fue histórica, casi de 17 millones de toneladas. Para el consumo interno se destinan entre 5 y 6 millones, por lo que no tendríamos que tener problema para el abastecimiento de harina ni deberíamos ver afectado su precio. Sin embargo, como hoy se ha liberado todo y no hay controles, prefieren exportar el trigo y venderlo al valor del mercado internacional. Lamentablemente nosotros tenemos que pagar el trigo como se vende afuera», explicó el referente de la industria panadera.

De esta manera, para los panaderos se hace cada vez más complejo mantener la rentabilidad de sus negocios y se teme que podrían continuar los cierres en la ciudad.