En la Argentina sólo hay 3,8 enfermeros por cada 10 mil habitantes, lo que significa una escasez preocupante y una necesidad de formar profesionales cualificados.
Así lo demuestran documentos de la Federación Argentina de Enfermería (FAE) y la Asociación de Enfermería de Capital Federal (AECAF) y la situación fue destacada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que indicó el número mínimo de enfermeros debería superar los 4 cada 10.000.
Según datos oficiales del Sistema de Información Sanitario Argentino, en la actualidad son 179.175 las personas matriculadas en el campo de la Enfermería.
De ese total, 19.729 (11,01 %) son licenciados, que es el grado mayor de formación; los técnicos ascienden a 73.373 (40,95 %), mientras que los auxiliares son 86.073 (48,04 %). Estos últimos tienen una menor formación, ya que cursan carreras de tan solo un año.
La licenciada Etelvina Paniagua, directora de la Escuela de Enfermería del Hospital Alemán, explicó que «los cambios actuales son vertiginosos y es por ello que el profesional de Enfermería debe estar preparado para trabajar en un mercado laboral amplio interdisciplinariamente, que le permita posicionarse en su rol profesional, en su ser enfermero».
«El cuidado de las personas es la esencia de la profesión, el brindar un cuidado humanizado y seguro es un abordaje basado en valores humanos y adquisición de conocimientos», señaló Paniagua.
El Consejo Internacional de Enfermería (CIE) ha clasificado las funciones fundamentales de la Enfermería en cuatro áreas: promover la salud, prevenir la enfermedad, restaurar la salud y aliviar el sufrimiento.
Esta organización reúne a personas de diferentes países, con un interés profesional y un propósito común de desarrollo de la Enfermería a nivel internacional.
El cuidado del otro
La profesional indicó que «si el cuidar al otro es la esencia de esta profesión, el objetivo del cuidado debe ser promover el proceso de aprendizaje que permita al paciente ser activo en la recuperación o promoción de su propia salud, mediante cambios en sus hábitos o transformando las condiciones ambientales que le afectan».
En ese sentido, la especialista dijo que «la función del enfermero implica la participación activa en la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud mediante medidas preventivas y estrategias efectivas para evitar la aparición de la enfermedad, su progresión o prevenir secuelas asegurando la continuidad del cuidado».
«Asimismo, el profesional en Enfermería debe ser la conexión entre los demás profesionales de la salud, el paciente y su familia. Esta función tiene por objetivo la integración de los esfuerzos y la prevención de la fragmentación de los servicios de salud. Es el enfermero quien crea relaciones a través del reconocimiento mutuo enfermero-paciente, conociendo sus percepciones y necesidades, y negociando el cuidado para alcanzar los objetivos propuestos en el plan de cuidados», añadió.
Por otra parte, Paniagua manifestó que «dentro de la compleja realidad del sistema actual del cuidado de la salud, es necesario el desarrollo de la investigación de Enfermería».
«En este contexto, la complejidad derivada del envejecimiento de la población, la disminución de las estancias hospitalarias con un aumento del grado de gravedad de los pacientes ingresados, el progreso de la tecnología y los cambios sociales en el ámbito familiar hacen necesario el análisis de la función de la Enfermería en la planificación, realización y evaluación de la investigación, la divulgación de resultados y la aplicación en la práctica», dijo.
Paniagua afirmó que «ser enfermeros requiere crear, reconstruir, fuerza para mantenerse frente al dolor de otros, imaginación crítica para adaptarse a los servicios de salud logrando un entorno favorecedor del cuidado de las personas».
«También requiere una preparación y un talento científico, técnico y humano para enseñar, ayudar o suplir las necesidades de cuidado de cada individuo como ser único incorporando su entorno, la familia y la comunidad», remarcó.
La licenciada comentó que, al igual que otras profesiones, los «enfermeros tenemos especialidades para continuar con nuestro desarrollo profesional».
«Las especialidades de Enfermería están establecidas y reconocidas en La Ley 24004/91 de ejercicio de la Enfermería y el decreto 2497/93 y éstas son Enfermería en Salud del Adulto, Enfermería en Salud del Anciano, Enfermería en Salud Materno Infantil y del Adolescente, Enfermería en Salud Mental y Psiquiatría, Enfermería en la Atención del Paciente Crítico (neonatal, pediátrico y adulto) y Enfermería en Cuidados Paliativos», dijo.