El presidente de la Sociedad Rural Rosario, Tomás Layus, destacó la decisión, pero aseguró que al campo "hay que sacarle el respirador artificial"
El presidente de la Sociedad Rural Rosario, Tomás Layus, destacó la decisión, pero aseguró que al campo «hay que sacarle el respirador artificial»
Por Santiago Ceron
El comienzo del gobierno de Alberto Fernández estuvo marcado por, entre otras cosas, las tensiones con el campo. El renovado conflicto del aumento de las retenciones generó malestar y tractorazos en el sector rural, pero ahora parece haber cierta calma en medio de la tormenta.
Es que Fernández y compañía decidieron dejar sin efecto el aumento en las retenciones de 3% que se había aprobado en el Congreso, algo que se lee como un guiño hacia los productores.
CLG dialogó con Tomás Layus, presidente de la Sociedad Rural Rosario, quien ratificó la noticia: «Nos hemos enterado de que la suba en las retenciones se va a dejar sin efecto. De todas formas, el gobierno tiene la potestad de reimplantarlo».
«Por lo pronto genera una suerte de alivio, sobre todo por el caso del maíz y el trigo, que estaban planteadas en un 15%, pero quedarán en 12%», expresó. E hizo una analogía: «Esto es como que a un enfermo lo pasen de terapia intensiva a terapia intermedia. Al campo hay que sacarlo del respirador artificial y que se empiece a darlo de alta».
Layus destacó la decisión del Ejecutivo: «Por suerte el gobierno nacional, en la voz del ministro Luis Basterra, se ha sentado en la Mesa de Enlace Nacional, se le ha explicado, creo que el diálogo prevalece. La Sociedad Rural de Rosario junto con otras instituciones de Santa Fe nos hemos reunido con el ministro de Producción de la provincia, y le hemos comentado que es un problema más ideológico que otra cosa».
«Parece que hubo un diálogo y una comunicación, y a partir de eso se le hizo comprender al gobierno que no iban a recaudar mucho y lo que iban a generar era un gran malestar en el ámbito de la producción», agregó.
Si bien el presidente de la SRR resaltó la medida, aseguró que no es suficiente: «Esto es una mejora, pero consideramos que falta complementarla con otras medidas. Queremos una ley que sea favorable, por ejemplo, para el uso de fertilizantes, que tiene un costo muy alto».
Por otra parte, se refirió a la situación actual que atraviesan los productores rurales: «Hay varias cuestiones que componen la producción y entre ellas está el costo de los insumos, que en su mayoría están en dólares, a los que ahora les cabe un incremento del 30%. Los precios internacionales tampoco han reaccionado mucho. De esta manera el neto que le queda al productor es mínimo».
«Creo que se van a seguir manteniendo las reuniones y el estado de alerta, porque para el caso de la soja cada tres camiones que van a puerto uno se lo lleva el Estado. La retención es un mal impuesto porque castiga tanto al que le va bien como al que le va mal. El impuesto al que siempre bregamos es el Impuesto a las Ganancias, el que ganó que pague pero el que no ganó que no», concluyó.