El dato se desprende de un estudio que mostró que el 2019 estuvo signado por el cierre de tiendas y comercios minoristas, que “perdieron” con Internet
El dato se desprende de un estudio que mostró que el 2019 estuvo signado por el cierre de tiendas y comercios minoristas, que “perdieron” con Internet
Más de 140.000 empleos se perdieron en el Reino Unido durante el 2019 por el cierre de tiendas y comercios minoristas como consecuencia del crecimiento de las ventas online y el alto costo de los alquileres e impuestos.
Un informe publicado hoy por el Centro de Investigación Minorista británico (CRR por sus siglas en inglés) reveló que «las principales calles del Reino Unido sufrieron la pérdida de 2.700 empleos y 300 cierres de tiendas por semana en 2019».
Sus analistas dijeron que «más de 143.000 empleados fueron despedidos y 16.073 tiendas cerraron sus puertas para siempre».
El CRR advirtió también que «si el gobierno británico no interviene, otros 171.000 empleos y 17.500 tiendas más podrían perderse en 2020».
Joshua Bamfield, director del CRR, indicó que la industria minorista estaba «en su peor crisis de los últimos 25 años».
Bamfield explicó a los medios británicos, que «las principales tiendas se habían visto afectadas por los altos costos laborales, la baja rentabilidad y la fuerte competencia ocasionada por la venta online de rivales como Amazon».
«La mayoría de las empresas que operan desde tiendas físicas, en calles o centros comerciales, sienten estos problemas», agregó.
Según cifras del CRR, el rápido crecimiento de la competencia online representó en 2018 alrededor del 18,4% del total de las ventas minoristas en el sector del retail y gran parte se logró a expensas de los minoristas tradicionales.
A principios de este mes, el primer ministro, Boris Johnson anunció que brindaría ayuda inmediata a medio millón de tiendas, restaurantes, pubs y cines independientes al aumentar sus descuentos en impuestos a partir de abril.
Además, el gobierno británico prometió 25 millones de libras esterlinas (casi 33 millones de dólares) para ayudar a reactivar los centros urbanos en los próximos seis meses.
«Las actitudes varían sobre si esta crisis representa un gran cambio en la forma en que compramos o una tendencia peligrosa que repercutirá en nuestros centros urbanos y calles principales. Probablemente un poco de ambos a menos que se maneje con cuidado», concluyeron los analistas.