Por José Odisio
Por José Odisio
En cada mercado de pases, escuchar nombres de posibles de refuerzos es habitual. Ofrecidos, sugeridos, reales imposibles de traer, otros que ponen en carrera representantes sin que su llegada sea cierta… Nombres abundan, pero muchos ni siquiera pasarán cerca del Parque.
Y también es habitual escuchar del «tapado», una forma de nombrar a alguna gestión dirigencial que se realiza con hermetismo en busca de causar impacto en el hincha y que no se frustre por su exposición mediática previa. No avivar a otros clubes a ir por el mismo jugador.
A veces el «tapado» sólo queda en una gestión inconclusa, frustrada. Otras veces es tanta la expectativa que al concretarse causa desilusión en el hincha. Pero también están las situaciones donde guardar el nombre con recelo ayuda a traer un refuerzo importante.
En el mercado pasado Newell’s sorprendió con un «tapado»: Santiago Gentiletti. Hasta que no firmó, su nombre no había trascendido mediáticamente. Y esta vez la dirigencia apunta a una situación similar, aunque la gestión es con un nueve, y la expectativa crece.
Salieron a la luz algunos nombres, ninguno cierto. Ofrecidos como Viatri y Barrios, o pretendidos por los hinchas como Morro García y Blandi. También hay uno del gusto de Kudelka como Soldano, aunque económicamente parece imposible. ¿Estará el «tapado» en esta nómina? La dirigencia asegura que no, y que la idea es anunciarlo antes del inicio de la pretemporada, en menos de una semana. «Juega en el fútbol argentino y tiene chapa», señalan por lo bajo. Habrá que esperar. Mientras tanto, aparecerán nuevos nombres. Casi como en un juego de acertijo.