Con motivo de su 150º aniversario, inauguró muestra que refleja su historia junto con las vicisitudes de muchas familias inmigrantes que arribaban a Rosario a comienzos del siglo XX
Con motivo de su 150º aniversario, inauguró muestra que refleja su historia junto con las vicisitudes de muchas familias inmigrantes que arribaban a Rosario a comienzos del siglo XX
Por Diego Carballido
Desde su creación, un 11 de diciembre de 1869, «El Hogar», enclavado en Laprida 2129, ha tenido diferentes denominaciones, pero siempre fue un espacio de contención para los más pequeños que se encontraban en situación de vulnerabilidad.
La muestra denominada «Huellas del Deseo y la Esperanza» es una recuperación de las “señales” y registros que hablan de los comienzos del antiguamente conocido como «El Hogar del Huérfano» y en la actualidad, desde su transformación, denominado simplemente como «El Hogar».
La muestra que se encuentra abierta al público expone, por ejemplo, las cajas de latas donde se conservaron a través del tiempo más de 5.000 objetos que daban cuenta de la permanencia de los diferentes niños dejados en adopción a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
La presidente de la institución, María Laura Borghi, en diálogo con CLG dio detalles al respecto: “Además de los registros de entrada y salida, las Hermanas del Huerto que estuvieron al frente del El Hogar durante 118 años tuvieron la idea de conservar en cajas de latas de galletitas Bagley aquello objetos que denominaban señales”.
El rotulado de estas cajas permite conocer el dato preciso de los años en que fueron guardadas y construir las diferentes historias de muchos de los niños de familias de inmigrantes que, al llegar a la ciudad, elegían dejar a cuidado de las Hermanas a sus hijos hasta que su situación económica les permitiera sustentar su crianza. «Esos niños eran dejados a cuidado del El Hogar con la esperanza del reencuentro y con la expectativa de que sobrevivirían a épocas muy difíciles, atravesadas por epidemias y enfermedades», explicó Borghi.
Según se pudo reconstruir, junto con la ayuda de las museólogas que formaron parte de la recuperación del material, las denominadas “señales” eran objetos personales que se dejaban junto con los niños a manera de documento de identidad para que, con el paso del tiempo, las familias pudieran reencontrarse con el pequeño albergado en la institución. “Podían ser cartas, fragmentos de medallas, banderas o hasta un simple trozo de tela”, detalló Borghi.
«Hay que pensar que esos inmigrantes, en su mayoría italianos y españoles, tenían que atravesar un duro proceso de desarraigo y muchos de ellos estaban en deficiencia con respecto al lenguaje. Por lo tanto, veían en el hospicio del Hogar de Huérfanos y Expósitos, como se lo llamaba en aquellos años, una solución para que sus hijos puedan sobrevivir a ese momento tan penoso», relató Borghi.
Las señales que forman parte de la muestra “Huellas del Deseo y la Esperanza” conforman el testimonio de la ilusión de muchos de aquellos niños inmigrantes de comienzo del siglo XX que esperaban reencontrarse nuevamente con sus familias.
«En el marco de los 150 años del Hogar nos pareció una buena alternativa abrir las puertas de nuestra institución y mostrar objetos que datan de sus comienzos. Por ejemplo, desde el primer acta de 1869, hasta todos los registros de las damas de leche que amamantaban a los niños o la documentación de las diferentes colectas que se realizaron a través de los años”, compartió Borghi, y agregó: «Es una muestra que refleja una etapa muy importante del crecimiento de nuestra ciudad y cuenta acerca de quienes construyeron nuestra idiosincrasia”.
Todos aquellos interesados en visitar la exposición lo podrán realizar a partir del 20 de enero, fecha en que El Hogar reabre sus puertas luego del receso por vacaciones de verano.
«Si bien hoy el Hogar cumple otro rol, a diferencia de cuando vivían los chicos en la institución, es un lugar totalmente abierto al público. En sus instalaciones se encuentra el Jardín de Infantes, este año abrió sus puertas la escuela primaria y también en nuestro edifico funciona la Facultad de Psicología, Enfermería y, en una casa contigua, de Odontología, todas del Instituto Universitario Italiano de Rosario. Allí, se realizan prácticas universitarias y se atiende en psicología, psipedagogía, estimulación temprana y fonoaudiología a niños que no tienen obra social» , concluyó Borghi.