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El gobierno indio ratificó la ley que desató protestas multitudinarias


La norma excluye a los musulmanes inmigrantes indocumentados de una vía para la ciudadanía

La norma excluye a los musulmanes inmigrantes indocumentados de una vía para la ciudadanía

El primer ministro de la India, Narendra Modhi, encabezó este domingo en Nueva Delhi un acto rodeado de miles de partidarios para defender el cambio de la ley de Ciudadanía que desató masivas protestas por la discriminación a los musulmanes en las que hubo al menos una veintena de personas.

Esta es la primera aparición pública de Modi tras casi dos semanas de protestas en importantes ciudades del país por la aprobación de la norma propuesta por su gobierno, que excluye a los musulmanes inmigrantes indocumentados de una vía para la ciudadanía, considerada como una forma de marginar a la comunidad minoritaria del país.

«Los musulmanes de la India no necesita preocuparse» dijo Modi en el discurso ofrecido en el acto público a propósito del comienzo de la campaña de su fuerza política, el partido Nacionalista Hindú BJP, para las elecciones legislativas de Nueva Delhi, su primera prueba electoral tras las protestas.

La modificación de la ley de Ciudadanía, presentada, discutida, y aprobada en tres días por las dos cámaras del Parlamento, permite a miembros de minorías religiosas perseguidas procedentes de Afganistán, Pakistán y Bangladesh, optar por la ciudadanía, pero excluye explícitamente a los musulmanes.

Aunque la ley no afecta directamente a ninguna persona con ciudadanía india independientemente de su religión, la norma ha también despertado temores de que forme parte de una ideología que concibe un país para los hindúes con las minorías supeditadas a ellos.

Por ello, se desataron protestas en todo el país, algunas con focos de violencia, para rechazar el texto considerado como ataque a la fundación laica de la India por ligar la ciudadanía con la religión. Modi respondió hoy a esas críticas preguntado «a quienes están propagando el odio: cuando el gobierno central ha dado ayudas».

«¿Le preguntamos a su religión? ¿A qué partido apoyan? ¿Pedimos alguna prueba? El Gobierno ha ayudado a hindúes, musulmanes, sijs, cristianos, todos», subrayó. «Este país no aceptará falsas acusaciones de que estoy quitándole derechos a la gente», puntualizó.

El jefe del gobierno indio defendió también la actuación de la Policía durante casi dos semanas de protestas en las que grupos de manifestantes atacaron con piedras a los agentes y que éstos reprimieron. «¿Qué obtienen al herir a los policías a los que estas personas ataca con piedras?» preguntó al tiempo que remarcó que estos agentes trabajan por la seguridad de todos en la nación independientemente del credo.

Las críticas a la Policía se recrudecieron una semana atrás, cuando ingresó sin permiso en una universidad de Nueva Delhi destinada principalmente a musulmanes y cargó duramente contra los estudiantes. Imágenes de distintas ciudades que muestran a policías lanzando bombas lacrimógenas y golpeando con bastones a manifestantes acentuaron las críticas.

La violencia de los enfrentamientos provocó ya al menos 21 muertos en una decena de ciudades. Entre ellos un niño de 8 años, además de centenares de heridos, y miles de detenidos, de acuerdo a las informaciones confirmadas por las autoridades locales. Aunque casi la mitad de las víctimas sufrieron heridas de bala, las autoridades niegan que sean obra de la represión policial.

El inspector de policía Praveen Kumar, del estado de Uttar Pradesh, uno de los que ha experimentado mayor violencia en los últimos días, aseguró el sábado que 263 oficiales fueron heridos en protestas, de los cuales 57 recibieron heridas de bala, informó la agencia de noticias EFE.