Lo denunció el actual presidente la Corte Suprema de Brasil, Antonio Dias Tóffoli
Lo denunció el actual presidente la Corte Suprema de Brasil, Antonio Dias Tóffoli
El presidente de la Corte Suprema de Brasil, Antonio Dias Tóffoli, denunció este lunes que la gigantesca operación anticorrupción Lava Jato, iniciada en 2014, permitió la destrucción de empresas brasileñas, algo que, dijo, no ocurriría en países como Estados Unidos o Alemania.
«Lava Jato fue muy importante en la lucha contra la corrupción, poner a gente presa, poner a Brasil en otra dimensión contra la corrupción, pero destruyó empresas, eso jamás ocurriría en Estados Unidos y jamás ocurrió en Alemania, por ejemplo», dijo el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF).
Tóffoli, en una entrevista con el diario O Estado de Sao Paulo, se refirió al accionar de la operación Lava Jato, que detuvo las obras investigadas por corrupción, tras lo cual se detuvo gran parte de la construcción civil y empresas gigantes de construcción, como Odebrecht, entraron en proceso de quiebra.
Según Tóffoli, «en Estados Unidos hay empresarios con prisión perpetua pero su empresa ha sobrevivido», y subrayó sus dudas sobre la aplicación de la delación premiada de los corruptos o corruptores confesos aplicada por Lava Jato.
«Nuestra legislación funcionó bien para la colaboración premiada de personas físicas, pero para la persona jurídica no quedó claro», dijo Tóffoli.
Empresarios socios y gerentes de constructoras como Camargo Correa, Odebrecht, Oas, Andrade Gutiérrez, Queiroz Galvao, Engevix y Mendes Junior, entre otras, cumplen condenas con beneficios por haber sido delatores ante el Ministerio Público y el entonces juez Sérgio Moro, hoy ministro de Justicia de Jair Bolsonaro.
En ese sentido, dijo que el Poder Judicial se puso al frente de la búsqueda de una solución para evitar la quiebra de las empresas cuyos dueños están involucrados en corrupción.
Estimaciones privadas y oficiales indican que desde que se inició la Operación Lava Jato sobre la corrupción en la obra pública vinculada a la estatal Petrobras se perdieron unos 600.000 empleos en el área de construcción civil e ingeniería.