Los equipos rosarinos tuvieron altibajos, pero ambos lograron sumar puntos y tomar cierta distancia de la zona roja
Los equipos rosarinos tuvieron altibajos, pero ambos lograron sumar puntos y tomar cierta distancia de la zona roja
Por Santiago Ceron
El año llega a su fin y con él la primera parte de la Superliga 2019/20, torneo que no es uno más para los equipos rosarinos. Desde el arranque de la temporada tanto Newell’s como Central sabían que los ojos no iban a estar puestos en la tabla de puntos, sino en la de promedios. El objetivo de ambos era y sigue siendo el mismo: escaparle a los puestos de descenso. Para eso necesitaban crear un colchón de puntos que les de cierta tranquilidad.
Tanto leprosos como canallas hicieron campañas que superaron las expectativas y, luego de 16 fechas, ambos están en puestos de clasificación a Copa Sudamericana y lograron salir de la zona roja.
Diego Cocca y Frank Kudelka lograron armar equipos que, con momentos flojos, terminaron siendo competitivos y obtuvieron resultados claves ante rivales durísimos, como por ejemplo el triunfo de Central ante River o el de Newell’s contra Independiente.
Si bien la calma no llegó (la distancia con los puestos de descenso todavía es amenazante), es correcto decir que el balance para los equipos rosarinos es positivo y que parecen estar en una buena senda.
Un buen arranque, un importante bajón y un cierre esperanzador
La campaña del Newell’s de Kudelka estuvo marcada por los altibajos. Decididamente, el inicio del torneo fue la mejor etapa del equipo, ya que en sus primeros diez partidos obtuvo 5 victorias, 3 empates y 2 derrotas. La temporada rojinegra comenzó con el pie derecho: un triunfo ante Central Córdoba en el estadio Marcelo Bielsa. Alexis Rodríguez fue el encargado de marcar el primer tanto leproso en el torneo.
Luego de otra victoria como local ante Unión, llegó la primera derrota del torneo: 1-3 ante el Vélez de Heinze, en el Amalfitani. Sin embargo, la vuelta al Coloso le vino bien y se llevó su tercera victoria consecutiva como local: 4-1 ante Huracán.
En la fecha 6 llegaría uno de los partidos más importantes del torneo: el clásico. Más allá de todo lo que significa el duelo ante Central, había un condimento especial: ambos eran rivales directos en los promedios. El encuentro disputado en el Gigante fue intenso. Newell’s fue superior en el primer tiempo, pero se quedó en el complemento y se llevó un empate, resultado con el que quedó conforme.
Luego le tocó recibir a Aldosivi, otro rival en la lucha por la permanencia, y demostró que ser local le quedaba cómodo: le ganó 2-0 y obtuvo su cuarta victoria consecutiva en el Coloso.
Entonces llegó uno de los partidos más difíciles del torneo: ante Boca en La Bombonera. El encuentro comenzó adverso para Newell’s. A los 31 minutos ya perdía y el equipo de Alfaro era superior. Sin embargo, el local dilapidó varias chances y llegó un gol clave para la Lepra: entrando desde el banco, Insaurralde convirtió de cabeza para llevarse un empate de una cancha complicada.
Luego de un empate en el Marcelo Bielsa ante Banfield, la Lepra viajó a Paraná, donde rompió una extensa racha negativa sin ganar de visitante. Superó por 3 a 1 a Patronato y se trajo los tres puntos a Rosario.
Hasta aquí el equipo de Kudelka venía haciendo un gran torneo. De 9 partidos jugados había ganado 5, empatado 3 y tan sólo había perdido uno. Sin embargo, venían tiempos de incertidumbre para la Lepra. En la histórica vuelta de Diego Maradona al Parque Independencia, Newell’s se mostró irreconocible y fue vapuleado por Gimnasia por 4 a 0. Luego, viajó a Córdoba y perdió por 1 a 0 con Talleres. Volvió al Coloso, donde parecía recomponerse con un triunfo 2 a 0 ante Defensa y Justicia.
Sin embargo, sufrió dos nuevas derrotas. Primero, perdió 1-0 en su visita al puntero Argentinos Juniors. Luego recibió a River, donde batalló y estuvo arriba en el marcador mostrando buen juego, pero terminó perdiendo 3 a 2.
Tras la derrota ante los millonarios, el equipo de Kudelka tenía una parada brava ante Atlético Tucumán. La Lepra tuvo un rendimiento irregular, pero mostró una buena reacción ya que dos veces estuvo abajo en el marcador y en ambas oportunidades lo empató. El partido terminó 2 a 2 y se trajo un punto de Tucumán.
Finalmente, Newell’s cerraba el año con un partido postergado de la segunda fecha, nada más y nada menos que ante Independiente en Avellaneda. Luego de cuatro derrotas en los últimos seis partidos, los promedios volvían a apremiar y la necesidad de una victoria era casi urgente.
Luego de un partido infartante con varias polémicas, Newell’s volvió a lograr lo que tanto le cuesta: ganar de visitante. Perdía 2 a 1 y, con una gran muestra de carácter y un gol casi agónico de la Fiera Rodríguez, logró darlo vuelta para llevarse el triunfo 3 a 2 y cerrar el año de la mejor manera, luego de varios traspiés.
De esta manera, el equipo de Kudelka quedó en puestos de clasificación a Sudamericana y a sólo cinco puntos de la cima de la tabla. Además, tomó cierta distancia de la zona roja de los promedios, aunque no se puede descuidar y necesita seguir sumando puntos en 2020.
Deportivo empate, la casi renuncia de Cocca y el renacer de un equipo ganador
La actuación de Central en lo que va de la Superliga ha sido muy particular. De un arranque de torneo esperanzador, a siete empates consecutivos y nueve partidos sin ganar, para luego obtener victorias importantísimas luego de que el entrenador casi renunciara.
El torneo del equipo canalla comenzó con triunfazo en Tucumán ante el Decano por 2 a 1. Ciro Rius, con un verdadero golazo, fue el encargado de convertir el primer tanto canalla en la temporada.
Luego, a Central le tocaba su primer partido del torneo en el Gigante y, pese a no jugar bien, se llevó un buen triunfo por 1 a 0 ante Talleres.
En la tercera fecha tenía una parada brava: ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. El encuentro no pudo comenzar mejor para el Canalla: a los 20 minutos ya ganaba 2 a 0 con goles de Riaño y Rius. Sin embargo, la alegría le duró poco ya que a los 41 minutos San Lorenzo empató el encuentro. El partido terminó 2 a 2, lo que significó un resultado agridulce para el Canalla. A priori, un empate en una cancha difícil no es algo malo, pero Central quedó con la sensación de que se podría haber traído los tres puntos.
Si bien el empate ante San Lorenzo no fue un mal resultado, marcó el inicio de una racha molesta para el equipo de Cocca. En la fecha 4 recibía a Patronato, rival directo en la lucha de los promedios. Central comenzó ganando y fue superior a lo largo de todo el encuentro, pero en ningún momento pudo liquidar el partido y el equipo de Paraná, con un jugador menos, lo terminó empatando, un resultado que generó bastante bronca en el hincha.
Luego viajó a Santa Fe para visitar a Colón, donde jugó un flojo partido y volvió a empatar 1 a 1. En la fecha 6 llegó el clásico, ante un Newell’s que también era rival directo en los promedios. El Canalla no tuvo un gran primer tiempo, mejoró en el segundo, y el partido terminó en otro empate, resultado que dejó conforme a ambos equipos.
El Canalla volvió a viajar a Santa Fe, esta vez para jugar ante Unión, donde jugó mal y volvió a empatar, por quinta vez consecutiva. Luego, llegó un partido picante: ante el Racing campeón de Coudet en el Gigante de Arroyito. Ante la Academia, Central jugó su mejor fútbol hasta ese momento. El equipo de Cocca generó una gran cantidad de llegadas, pero le falló la definición. Terminó igualando 1 a 1 y la seguidilla de empates ya empezaba a preocupar.
En la fecha 9 llegó el séptimo empate consecutivo, esta vez ante Lanús. El Canalla mostró una preocupante falta de juego y las dudas comenzaban a aparecer.
Como si fuera poco, Central entró en su peor etapa del torneo. Recibió al Vélez de Heinze, con el que perdió 1 a 0 en el Gigante. Luego, fue vapulueado por Estudiantes de La Plata por 3 a 0 como visitante. La situación parecía llegar a un límite y, tras nueve partidos sin ganar, Cocca dio un ultimátum: «Si no ganamos ante Godoy Cruz, me voy».
Evidentemente, el anuncio hizo efecto en los jugadores. Central recibió a Godoy Cruz y, por primera vez en el torneo, marcó más de 2 goles. El equipo de Cocca tuvo una gran tarde y goleó por 5 a 2 al Tomba.
Luego, llegó uno de los duelos más complicados del torneo: ante el River de Gallardo en el Monumental. Sin embargo, Central volvió a mostrar que el efecto Cocca funcionó y ganó 1 a 0 con gol de Gamba.
Así, Central parecía otro equipo y en la fecha 14 le tocaba recibir a Aldosivi, otro rival directo en los promedios. El equipo auriazul volvió a brillar y a meter cinco goles, para ganarle 5 a 1 al conjunto marplatense.
Tras tres victorias consecutivas, el Canalla viajó a Santiago del Estero para jugar ante Central Córdoba, donde no mostró un gran fútbol pero logró traerse un empate.
Finalmente, cerró el año con un partido que todos los hinchas canallas esperan con ansias: ante Boca en el Gigante. El estadio fue una caldera, Central jugó un gran partido y se fue de vacaciones con un triunfo por 1 a 0 bajo el brazo.
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Así, Central pasó de nueve partidos sin obtener una victoria y casi quedarse sin técnico, a ganar cuatro de sus últimos cinco partidos. De esta manera, el Canalla tomó cierta distancia de la zona roja de los promedios y quedó en puestos de clasificación a Sudamericana, estando a sólo cuatro puntos del líder Argentinos Juniors.