Gabriela Cericola, referente del sindicato de Luz y Fuerza, habló sobre el rol de la mujer, la lucha diaria y el lugar en las instituciones
Gabriela Cericola, referente del sindicato de Luz y Fuerza, habló sobre el rol de la mujer, la lucha diaria y el lugar en las instituciones
Día a día las mujeres van tomando protagonismo en lugares donde antes no podían participar. La igualdad en derechos llegó a todos los ámbitos y los sindicatos no se desentendieron. El trabajo de las mujeres en cada institución gremial marca la agenda de las actividades diarias.
Una de las referentes en Rosario es Gabriela Cericola, integrante de la Secretaría de Relaciones Intersindicales y DD. HH. del Sindicato de Luz y Fuerza, quien dialogó con CLG y reconoció la tendencia histórica de conducción sindical bajo el rol masculino, pero rescató: “Hoy se puede decir que hay una nueva forma de inclusión donde las compañeras son partícipes de todos los cambios”.
Cericola remarcó la “lucha de la mujer” para poder ser consideradas en puestos más importantes en la toma de decisiones. “Con la convicción, acompañamiento y sensibilidad que corresponde, podemos decir que estamos ocupando lugares que durante muchos años pensábamos que era imposible”, puntualizó la mujer sindicalista.
Sin embargo, y en este sentido, habló de la necesidad de tener mujeres al mando de los gremios y fue contundente: “Siempre faltan, nunca sobran y jamás están de más”.
Además, hizo hincapié en la perspectiva de género dentro de las instituciones sindicales: “Quienes ocupan cargos jerárquicos deben pensar en todos y en todas. Sabemos que hay muchos compañeros que tienen perspectiva de género incluida en su esencia”.
Asimismo, Gabriela Cericola no dudó y lanzó: “El querer ocupar un lugar decisivo tan importante no debe confundir la lucha diaria de todas las compañeras”.
Para la gremialista, el lugar ganado se debe al acompañamiento durante los últimos cuatro años, “luchando a la par” y criticando el ajuste en las distintas movilizaciones que las calles de Rosario han visto. “La lucha se sigue dando día a día, esto es algo continuo y un proceso que sigue”, remató.
La militancia marcó el camino para que, desde la base sindical, las mujeres sean respetadas en los espacios laborales. “La mujer, tanto como el hombre, tiene que capacitarse, sentir pertenencia por su lugar, sentir la militancia y el cuidar los derechos de los demás como el de uno mismo”, subrayó Cericola y acto seguido bregó por ambiciones colectivas y no personales, “no se puede hablar de amiguismo o de una cuestión de género”.
Cericola tomó el Sindicato de Luz y Fuerza y ejemplificó sus palabras: “Hablamos de cupo, pero realmente para ocupar un lugar es necesario la militancia, con ganas, conocimientos y pertenencia”. Según la mujer, el nuevo secretariado que ganó las elecciones el pasado 10 de marzo acompaña la lucha por la igualdad y le agrega una variable, las nuevas generaciones. “Vemos mucha juventud y vemos que todos llevamos adelante la misma lucha”, comentó.
La solidaridad como bandera de Luz y Fuerza
Además del trabajo gremial y la defensa de los derechos laborales, el Sindicato de Luz y Fuerza impulsa una campaña solidaria permanente y Gabriela Cericola es una de las referentes de esta movida social.
“Hacerlo es un placer”, disparó en sus primeras palabras y añadió: “Es dejar algo a cambio solamente de un abrazo o de ver la cara de un pibe contento, que te cambia la perspectiva de vida”.
La sindicalista explicó los motivos de las campañas y aseguró que “el frente interno” estaba resguardado y que debido a eso se vieron en la necesidad de salir a darle respuestas a los que menos tienen. “Estamos convencidos que entre todos salimos de esta situación”, esgrimió y aseveró que la ayuda contagia las ganas de acercarse a un barrio para motivar a los chicos a superarse y progresar.
“No es ir a dejar una caja e irse, es hacerlos sentir y saber que son importantes, que son parte de una sociedad”, sostuvo Cericola.
El trabajo solidario que realizan desde el gremio Cericola lo interpreta como la devolución a la sociedad: “Es acercarnos, que nos abran la puerta, conocer y sentirnos parte. Somos empleados de la EPE y queremos demostrar que somos humanos y nos impacta la realidad”.
Desde 2015, Luz y Fuerza imponen este tipo de campañas y Gabriela Cericola, una de las primeras en sumarse a la iniciativa, comentó: “La vulnerabilidad donde se ven reflejados muchos chicos, abuelos, familias enteras, nos duele. La sociedad fue mucho más golpeada en estos años”.