Así lo indicó un informe del Centro de Estudios de Economía Política y Desarrollo
Así lo indicó un informe del Centro de Estudios de Economía Política y Desarrollo
La implementación de mejoras del crédito al sector privado, una recuperación de los salarios privados y margen para expandir la política fiscal, permitirían recuperar la economía en el corto plazo, aseguró un informe de coyuntura del Centro de Estudios de Economía Política y Desarrollo. Para la entidad, la economía argentina cerrará el 2019 con una caída cercana al 3%, con crisis alimentaria/nutricional, recesión, crisis de deuda externa y salarios que acumulan un retraso a siete años atrás.
«Con un mundo más vendedor que comprador, una caída cercana al 3% en 2019, capacidad instalada sin utilizar en la industria y mano de obra disponible, creemos que mediante mejoras del crédito al sector privado, una recuperación de los salarios privados y margen para expandir la política fiscal, se puede recuperar la economía en el corto plazo», aseguró el informe. Agrega el estudio que «la tarea no es sencilla y será difícil dar vuelta rápidamente la caída del poder adquisitivo de los sectores asalariados, hoy a niveles de 7 años atrás (2012)».
«Pero, con un programa de crecimiento consistente, a partir de los anuncios realizados por el nuevo gobierno, estimamos crecimiento 0% para todo el 2020 con recuperación de la actividad a partir de los últimos meses del año», afirmó el informe. El trabajo del Centro que depende de la Universidad Nacional de Moreno fue realizado por los economistas Alejandro Robba, Emiliano Colombo, Enrique Aschieri y Mariano De Miguel.
El trabajo identifica que «el nuevo presidente deberá administrar una herencia muy complicada que deja tres profundas crisis: una alimentaria/nutricional, la recesión sin fin y la crisis de deuda externa». A su vez, la gestión saliente «deja un tipo de cambio alto y, consecuentemente, una economía ajustada que genera superávit comercial (aunque, al menos hasta el reperfilamiento o reestructuración de la deuda, que no alcanza para tener saldo positivo en la cuenta corriente), tarifas a niveles menos subsidiados que en 2015 y duros controles cambiarios».
Además, «el nuevo gobierno se topará con una relación muy delicada de deuda sobre reservas, un régimen inflacionario alto y un deterioro social profundo». «La cuestión del hambre es la urgencia más dolorosa y el problema de bajas reservas y deuda es el frente más complejo, al menos en el corto plazo», remarcó el informe.
Destaca también que «nuestro país se encuentra por primera vez en el medio de la recesión más grande de los últimos 20 años» a nivel global, y que «por lo tanto, no vemos con expectativas muy alentadoras la posibilidad de un crecimiento fuerte de nuestras exportaciones en el corto plazo». «No obstante, seguir promoviendo su expansión deberá ser prioritario por su rol como proveedor de divisas para el crecimiento y el pago de nuestras obligaciones en divisas», aclaró.