El flamante presidente apuntó a terminar con la grieta, hizo un repaso de la situación del país y habló sobre los ejes de su gestión
El flamante presidente apuntó a terminar con la grieta, hizo un repaso de la situación del país y habló sobre los ejes de su gestión
Alberto Fernández brindó su primer discurso como presidente de la Argentina frente a la Asamblea Legislativa que lo proclamó en ese puesto después de haber ganado las elecciones en primera vuelta. Sus palabras apuntaron a terminar con la grieta y las divisiones ideológicas de la sociedad. También hizo un repaso del país que le toca conducir tras el fracaso económico del gobierno saliente de Mauricio Macri y luego habló sobre los que serán sus ejes de gestión, anunciando un gran paquete de medidas.
La convocatoria a la unidad de los argentinos
El presidente electo convocó a crear “una Argentina unida a una nueva mirada de humanidad que reconstruya vínculos sociales” y se refirió la existencia de “grandes muros que tenemos que superar para poner al país de pie”.
Entre ellos se refirió al “muro del rencor y del odio” y al “del hambre que deja a millones de argentinos afuera a del mesa”. También llamó a superar “el muro del despilfarro de nuestras energías productivas” y dijo que “los muros emocionales significa que todos seamos capaces de convivir en convivencia y comprender que nadie sobra”.
“Apostar a la fractura y a la grieta supondría que esas heridas sigan sangrando”, por eso “no cuenten conmigo para seguir transitando el camino de desencuentro”. “Quiero ser capaz de corregir errores” para hacer realidad “el sueño de una Argentina unida”.
Economía y presupuesto
En materia económica y tal como lo hizo a lo largo de su campaña, volvió a condenar “la aventura de la fuga de capitales que destruyó” la industria y la producción nacional. “Pasamos del estancamiento a caída libre”, dijo y anunció que el Presupuesto que el macrismo envió en septiembre pasado “no tendrá tratamiento parlamentario. “Sus números no reflejan ni la realidad macroeconómica, ni las realidades sociales, ni los compromisos de deuda que realmente han sido asumidos”, resaltó.
Dijo que, por el contrario, enviará al Congreso su propio proyecto aunque no precisó la fecha. “Un presupuesto adecuado solo puede ser proyectado una vez que la instancia de negociación de nuestras deudas haya sido completada” y que “hayamos puesto en práctica un conjunto de medidas económicas, productivas y sociales para compensar el efecto de la crisis en la economía real”.
La relación con el FMI
“Buscaremos una relación constructiva y cooperativa con el FMI y los acreedores”, porque “resolver una negociación de deuda no es cuestión de ganarle una disputa a nadie”, afirmó.
Además, remarcó que “el país tiene la voluntad de pagar, pero carece de capacidad para hacerlo” y responsabilizó de ello al gobierno saliente y a los acreedores que “invirtieron en un modelo que ha fracasado en todo el mundo una y otra vez”. “No vamos a repetir la triste historia de las misiones de técnicos imprudentes que prometen planes que no pueden cumplir”.
La lucha contra el hambre
El presidente ratificó, como había adelantado previamente, que el combate al hambre será el primer problema en en su lista de “ética de las prioridades y las emergencias». “Más de 15 millones de personas están sufriendo de inseguridad alimentaria en uno de los países productores del mundo”, subrayó el mandatario, al resaltar que “toda al argentina unida le tiene que poner un freno a esta catástrofe social”.
Para eso, anunció el primer encuentro de trabajo en el marco del Plan Integral contra el Hambre. “Junto a todo el gabinete y personalidades de la sociedad civil, comenzaremos la acción que ponga fin a este presente penoso”, aseguró, al insistir en que “sin pan no hay presente ni futuro, la vida sólo se padece, no hay democracia ni libertad”.
Sin embargo, aclaró que no se soluciona solamente con poner a todos los argentinos un plato de comida en la mesa porque los más excluidos “necesitan también ser parte y comensales de la misma mesa grande de una nación que tiene que ser nuestra casa común”, lo que requerirá “reorientar prioridades en la economía”.
Justicia y la nueva AFI
Alberto Fernández dijo tener la “obligación de asumir imperativos irrevocables” en la defensa del Estado de Derecho pero también para luchar por la Memoria, Verdad y Justicia. “Hoy otra vez la Argentina vuelve a comprometerse con los derechos del hombre y a levantar esa bandera inclaudicable en cualquier lugar del mundo”, aseguró.
El desafío que propuso el presidente tiene que ver con “ciudadanizar la democracia”, porque resaltó que en su opinión mejorar la calidad de los derechos humanos y cívicos implica “superar esta pobra calidad institucional en la que vivimos”. “Siento que expreso a una generación que llega en esta hora al poder para tomar la decisión de saldarlo”, destacó.
Puntualmente, cuestionó “el deterioro judicial de los últimos años”, sobre todo las “persecuciones indebidas, detenciones arbitrarias inducidas por los que gobiernan y silenciadas por cierta comparecencia mediática”. “Vengo a manifestar un contundente Nunca Más, nunca más a una Justicia contaminada por servicios de inteligencia, por operadores judiciales, por procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos, nunca más a una Justicia que decide y persigue según los vientos políticos, que es utilizada para saldar discusiones políticas y una política que judicializa los disensos para eliminar al adversario de turno “, definió.
En ese marco, y para acabar con “la marcha ominosa” que provoca la falta de credibilidad en las instituciones anunció que decidió la intervención a la Agencia Federal de Inteligencia. Además, anunció que derogará el decreto 656 del 2016, que fue «una de las primeras y penosas medidas que la anterior administración promovió y que significó consagrar el secreto para el empleo de los fondos reservados por parte de los agentes de inteligencia del Estado». Esos fondos, aclaró serán reorientados en el plan contra el hambre.
Mensaje a Latinoamérica
En el plano internacional, recalcó que “la Argentina no debe aislarse” del mundo sino tener “una relación integral y plural” con “relaciones madura”. Puntualizó que el rol de la Cancillería “estará concentrada en conquistar nuevos mercados”.
En materia regional, afirmó que América latina “es nuestro lugar común” y sostuvo que con ese criterio “vamos a robustecer el Mercosur” que quedó marginado durante el gobierno de Mauricio Macri. “Seguimos apostando por una América Latina unida para insertarnos al mundo.”
También le dedicó un párrafo particular a Brasil, país con el que “tenemos una agenda ambiciosa” que durante su gobierno “será honrada”. Y sin mencionarlo a Jair Bolsonaro, recalcó que esa relación debe ser respetada “más allá de las diferencias de quienes gobiernan en la coyuntura”.
Tampoco hizo referencia a la situación que atraviesan Bolivia, Ecuador, Colombia y Chile. Pero en clara alusión a ellos se refirió a los países donde hay “movimientos autoritarios”, “golpes de Estado” y manifestaciones masivas “contra el neoliberalismo y la inequidad social”. Frente a este contexto, la Argentina “defenderá la autonomía de los pueblos” y “levantará alto sus principios de paz, de defensa de la democracia, de plena vigencia de los derechos humanos”.
El reclamo por Malvinas
Alberto reafirmó su compromiso con la defensa de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y anticipó que convocará a un Consejo integrado por todas las fuerzas políticas para diseñar estrategias que ratifiquen ese reclamo, al señalar que «no hay más lugar para el colonialismo en el siglo XXI».
Fernández aseguró que trabajará para «potenciar el legítimo e imprescindible» reclamo de soberanía sobre Malvinas y advirtió que esa tarea «no alcanza el mandato de un Presidente o de un gobierno» sino que «exige una política de Estado de mediano y largo plazo».
«Con el cumplimiento de la Cláusula Transitoria 1ra de la Constitución Nacional y trabajaremos incansablemente para potenciar el legítimo e imprescriptible reclamo por la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes», afirmó el presidente.
Asimismo, aseguró que «lo haremos sabiendo que nos acompañan los pueblos de América Latina y el mundo y convencidos de que el único camino posible es el de la paz y la diplomacia» y dijo que se honrará «la memoria de quiénes cayeron en la lucha por la soberanía».
«Lo haremos trabajando por la resolución pacífica del diferendo y sobre la base del diálogo que propone la Resolución 2065 de las Naciones Unidas», aseveró Fernández, quien aseguró que «no hay más lugar para colonialismos en el Siglo XXI».
En ese sentido, el presidente anunció que convocará «en la órbita presidencial a un Consejo donde tengan participación todas las fuerzas políticas, la Provincia de Tierra del Fuego, representantes del mundo académico y de los excombatientes» para forjar «un consenso nacional para diseñar y llevar adelante las estrategias que permitan conducir con éxito el reclamo más allá de los calendarios electorales».
«Defenderemos nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, la plataforma continental, la Antártida Argentina y los recursos naturales que estas extensiones poseen porque pertenecen a todos los argentinos», enfatizó.
Los derechos para las mujeres
El presidente afirmó que el contexto actual reclama “enfáticamente” esfuerzos para poner “en un primer plano los derechos de las mujeres”. “Quiero ponerme al frente de sus demandas”, definió. En ese sentido, también adelantó que a partir de distintos instrumentos intentará acabar con las desigualdades de género, políticas y culturales. “Pondremos el énfasis en todas las cuestiones vinculadas al cuidado ya que la mayor parte del trabajo doméstico recae en las mujeres”, prometió.
“Ni una menos debe ser una bandera de toda la sociedad y de todos los poderes de la república”, sintetizo. El presidente destacó que el estado tiene “el deber” de reducir drásticamente la violencia contra las mujeres hasta su total erradicación. También aclaró que “abrazará a quienes sean discriminados” y que cualquier tipo de discriminación “debe volverse imperdonable”.
Emergencia sanitaria
El líder del Frente de Todos cuestionó que durante la gestión de Macri el presupuesto en esta área «bajó un 45 por ciento». «La desatención que padeció la salud esta a la vista», enfatizó al hablar puntualmente de las «enfermedades que creíamos desterradas y que han vuelto a aparecer», como el sarampión.
«Arbitraremos las medidas pertinentes para que nuestros hijos sean vacunados, para que en los hospitales no falten insumos y para que los remedios lelgan a nuestros abuelos de menos ingresos de modo gratuito», prometió.
Para lograrlo, anunció que declarará la «emergencia sanitaria». «Los y las argentinas van a volver a tener derecho a una atención de salud oportuna y de calidad», resaltó.
Medios y Estado
“En tiempos de operaciones de intoxicación con noticias falsas a través de las redes sociales, necesitamos más que nunca de medios vibrantes, comprometidos con la información de calidad”, indicó Fernández para referirse a cómo será su relación con las empresas periodísticas y el periodismo, a quienes garantizó el derecho de libertad de expresión.
Dijo que hará una convocatoria para la reforma del sistema de adjudicación de la pauta publicitaria oficial. “Queremos una prensa independiente del poder e independiente de los recursos que la atan al poder”, sentenció.
Para ello, anunció, que habrá cambios en los criterios con que se otorgan las pautas. A partir de ahora, la propaganda será “para servir al mejoramiento de la calidad educativa” y los avisos serán negociados con las empresas, no con programas. “No habrá pauta del Estado para financiar programas individuales de periodistas. Sólo se destinará a instituciones periodísticas” porque “las cuentas claras conservan la amistad y el respeto”, remarcó.