Por Santiago Ceron
Desde el último viernes la entrega, el uso y la distribución de sorbetes plásticos quedó prohibida en la Ciudad de Buenos Aires. La medida también ha sido tomada por otras grandes ciudades del mundo, con el objetivo de reducir la cantidad de desechos plásticos de un único uso que contaminan al mundo. Entonces, muchos se preguntan si en Rosario se aplicará la misma normativa.
La medida porteña se implementa a través de la Agencia de Protección Ambiental (Apra), que estimó que sólo en los patios de comidas de los shoppings de CABA se consumen dos millones de sorbetes al mes, el equivalente a 1,7 toneladas de plástico.
Para conocer sobre los daños que generan los sorbetes plásticos en el medio ambiente y las posibilidades que existen de que en nuestra ciudad los mismos se prohíban, CLG dialogó con Julieta Nuñez, voluntaria de Greenpeace y Viernes por el Futuro, y parte del colectivo Más Río Menos Basura.
«Que en Buenos Aires se haya conseguido la prohibición de sorbetes es algo buenísimo», expresó en primer lugar. «Sabemos que los sorbetes los utilizamos como mucho media hora y después los tiramos. Ese es el único uso que se les da y terminan el basura, de la basura pasan al río y luego al mar. El sorbete va a quedar 500 años flotando en el océano«, explicó.
«Muchos animales se lastiman con este tipo de desechos, algunos los comen y terminan muriendo», remarcó. Contrario a lo que muchos suelen pensar, los sorbetes no se pueden reciclar: «No es plástico PET, como sí son las botellas y envases duros. Lo mejor es sacarlos de circulación», aseveró.
Además, la activista señaló que no usar sorbetes es simple: «Es algo que tranquilamente podemos evitar y que se haya prohibido es un gran paso, como lo fue dejar de usar bolsas de plástico. La gente se adaptó a usar bolsas de tela y con los sorbetes va a pasar lo mismo, nos vamos a adaptar a tomar directamente del vaso«.
Julieta participa de Más Río Menos Basura, agrupación que organiza jornadas de recolección de basura en las costas del Paraná. Allí ven con sus propios ojos como los sorbetes y otros desechos plásticos contaminan el medio ambiente: «Vemos muchísimos sorbetes en el río. Es muy común que en los paradores de la costa se vendan gaseosas y tragos en vasos grandes descartables con varios sorbetes, y eso siempre termina en el río».
«También apuntamos a todo a que las grandes empresas cambien sus formas de envasado. Lo que más juntamos en el río en nuestras jornadas son botellas, y siempre sale ganando Coca Cola como la empresa de la que más botellas encontramos. Por eso le pedimos que fomenten más los retornables, que tengan prioridad en las góndolas, que haya más tamaños», agregó.
¿Qué sucederá en Rosario?
Actualmente existen tres borradores en el Concejo Municipal de la ciudad, pero hasta ahora ninguno ha podido avanzar significativamente. Según explica Nuñez, «en Rosario hay un proyecto similar que está impulsado por la concejal Agustina Bouza«.
«La iniciativa plantea sólo una reducción, aunque tengo entendido que con este suceso en Buenos Aires, directamente se va a plantear la prohibición», agregó.
Con respecto a los otros borradores, indicó: «Otro de los proyectos es el de Lisandro Zeno, que plantea la prohibición de vasos plásticos en todos los eventos de la Municipalidad. Además, está el de Celeste Lepratti, que plantea la prohibición de todo tipo de descartables en servicios de comida: vasitos, sorbetes, cubiertos, platos, y más».
Es evidente que los sorbetes plásticos contribuyen en gran parte a la contaminación del medio ambiente y es responsabilidad del Estado crear normas y leyes que regulen su uso porque, de otra manera, es difícil que las grandes empresas tomen ese tipo de decisiones por sí solas. El tiempo dirá si la ciudad de Rosario toma cartas en el asunto.