La diputada nacional de la Coalición Cívica Elisa Carrió explicó hoy que, entre otras razones, la renuncia a su banca a partir del 1° de marzo es para que «si los señores del PJ y del Frente para la Victoria quieren venganza» contra ella, «no necesiten perturbar al Parlamento» pidiéndole el desafuero, y al respecto dijo que está preparada para «ir a la cárcel común».
«Si renuncio a la banca es para que a partir de marzo si los señores del PJ o del FpV quieren venganza, no necesiten perturbar al Parlamento. Solamente necesitan ir a buscarme y yo tengo la valija llena de camisones rayados para ir a la cárcel común», dijo desafiante al tomar la palabra durante la sesión especial en Diputados que pidió Cambiemos para votar el proyecto de «Ficha Limpia», el cual no pudo tratarse por falta de quórum.
"Estoy un poco dormida", 12.20 del mediodía😳https://t.co/ZIW9sRNMXq
— Juan Amorín (@juan_amorin) November 21, 2019
«Renuncio a la banca para que nadie se anime a pedirme el desafuero», insistió la legisladora oficialista, que repitió que no se refugiará en fueros parlamentarios en caso de enfrentar alguna causa judicial en los próximos años.
Subrayó que en este momento no tiene ninguna causa, pero que llegó a tener 47 y nunca se hizo «la víctima».
Al tomar la palabra en la sesión en minoría, en lo que pudo haber sido su último discurso en el Congreso, Carrió afirmó que el Congreso «no puede ser el antro de la impunidad en Argentina; y cada diputado y cada senador que está con prisión preventiva tendría que tener vergüenza, respeto por el Parlamento y estar fuera».
Para la legisladora de Cambiemos, para «hablar del tema de la corrupción» hay que haberla «enfrentado», y destacó sus pergaminos en la materia.
La diputada Carrió se levantó para advertir a la diputada Austin, de la UCR, por lo que estaba diciendo. Una salida del poder a toda orquesta. pic.twitter.com/E1kw5uoKDm
— Tomás ⭐⭐⭐ (@TomiOlava) November 21, 2019
«La corrupción tiene nombre y apellido. Es cierto que no son todos, pero es cierto que hay que ponerle nombre y apellido. Y nos costó mucho ponerle nombre y apellido a (Julio) De Vido cuando no lo hacía nadie de la clase política y se pedía mi detención, en marzo de 2004», indicó.
En otro tramo de su discurso, Carrió defendió la iniciativa de «ficha limpia» y lamentó que «Argentina habilita a los condenados a ser candidatos, por eso vamos a tener a una procesada y condenada como vicepresidenta», en alusión a Cristina Kirchner.