El Obispado de Catamarca informó que la Comisión Médica convocada por el Vaticano en Roma aprobó por unanimidad un milagro obrado gracias a la intercesión de Fray Mamerto Esquiú y avanza su beatificación. Mamerto de la Ascensión Esquiú fue un fraile franciscano y obispo argentino nacido en Catamarca en el año 1826, en la localidad de Piedra Blanca, a quien se le adjudica el milagro de la sanación de una niña tucumana.
«Hoy 21 de noviembre de 2019, siendo en Argentina las 7.00, y en Roma las 11.00, la Consultación de los Médicos de nivel internacional convocada por la Santa Sede, ha declarado la inexplicalidad del milagro atribuido a la intercesión de Fray Mamerto Esquiú. Ha sido una discusión cerrada, ha llevado su tiempo, pero finalmente todos los médicos, por unanimidad, han declarado que no tiene explicación científica», asegura el comunicado escrito por el Vicepostulador de la Causa, Fray Marcelo Méndez, quien dio a conocer la noticia desde la provincia Salta, lugar donde reside.
Al momento de conocerse la noticia, las campanas de la Catedral Basílica Nuestra Señora del Valle y del Convento Franciscano ubicados en pleno centro catamarqueño, replicaron por espacio de varios minutos. El Vicepostulador de la Causa remarcó que «el mes próximo, la causa Fray Mamerto Esquiu, pasará a la Comisión de Cardenales y Teólogos para analizar el método de la intercesión e invocación de los sanados por la intercesión de Fray Mamerto Esquiú. Es un gran paso lo que se ha conseguido, y seguimos adelante».
Por su parte, la gobernadora de Catamarca Lucia Corpacci indicó a la prensa local: «Tenemos un motivo para agradecer a Dios y para festejar». «Hay mucha gente que viene trabajando hace muchos años para que esto sea posible y que esto se haya logrado y que Fray Mamerto esté más cerca de ser beato es muy importante para todos los catamarqueños», aseguró la mandataria.
El milagro
Según relató la mamá de la nena tucumana, el médico le recomendó que pida un milagro al Fraile y después le pasó un pedacito del manto. A la semana, la niña estaba curada del padecimiento con el que había nacida y que, en teoría, dejaría grandes secuelas. Actualmente, la jovencita tiene un excelente estado de salud y no muestra ningún signo de haber padecido la enfermedad.