La actividad industrial cayó 7% interanual en septiembre último, sumando así el décimo séptimo mes consecutivo a la baja, y en un año esta situación se tradujo en más de 56 mil empleos perdidos, informó hoy la Unión Industrial Argentina (UIA).
Con relación a agosto, la producción fabril también retrocedió (#,3%); en el período enero-septiembre, acumuló un descenso del 7,6% interanual, indicó la entidad empresaria.
«El nivel de producción se encuentra en el escalón más bajo desde 2009. Los datos muestran el delicado estado de la industria, que se agravó aún más con la volatilidad cambiaria registrada en agosto, reflejada en una menor demanda interna, mayores costos y fuerte deterioro de la cadena de pagos», advirtió la UIA.
En su informe, la central fabril puntualizó que, en septiembre, los sectores más afectados fueron la industria automotriz, con una caída del 25,7% interanual; la industria química (-12,1%) y la metalúrgica (-8,1%).
En menor medida, también cayó la producción de minerales no metálicos (-6,7%); la refinación de petróleo (-5,4%) y la producción de metales básicos (-5,2%).
Pese al contexto generalizado de contracción de la actividad, la UIA resaltó que algunos sectores registraron mayores aumentos de producción en septiembre, como la industria textil y la producción de tabaco.
En cuanto al comercio exterior, durante el mes de análisis las exportaciones de manufacturas de origen industrial se expandieron 5,9% interanual, mientras que las importaciones siguieron afectadas por la menor actividad tanto en los bienes de consumo (-17,4%) y vehículos (-30%) como el inversiones y producción.
En este último punto, descendió la importación de bienes de capital (-18,6%) y de bienes intermedios (-9,1%).
El informe reflejó, también, que la dinámica contractiva también se vio reflejada en la utilización de la capacidad instalada al 57,7% en septiembre y además, en el plano laboral: la industria perdió 56.687 trabajadores.
Por último, la UIA estimó que la recuperación de la actividad manufacturera «dependerá en gran medida de la capacidad de estabilizar la coyuntura macroeconómica y reactivar el crédito».
«También es preciso reanudar mecanismos para la financiación de exportaciones», concluyó.