El gasto militar mundial, con Estados Unidos a la cabeza, ascendió en 2017 a 1,73 billones de dólares, un 1,1% más en términos reales respecto del año anterior y el valor más alto desde la Guerra Fría, según un informe difundido hoy por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).
El estudio destacó el cambio de tendencia producido en los últimos años, en los que el aumento experimentado ya no estuvo atado a la zona euroatlántica sino a una subida «sustancial» en el gasto de los países asiáticos y en Medio Oriente.
Estados Unidos, China, Arabia Saudita, Rusia e India concentraron el 60 % del gasto total en armamento del año pasado, equivalente al 2,2 % del Producto Bruto Interno (PIB) global, según el Sipri.
Estados Unidos lidera por lejos el listado con el 35% del total del gasto militar, al punto de que su inversión de 610.000 millones de dólares en 2017 supera a la suma de los siete países que lo secundan.
La cifra, similar a la de 2016, se espera que aumente debido a que «la tendencia descendente en el gasto militar estadounidense iniciada en 2010 finalizó. Está previsto que el gasto en 2018 crezca de forma significativa para respaldar los aumentos en personal militar y la modernización de armas convencionales y nucleares», señala el informe.
En segundo lugar se ubica China con un gasto estimado de 228.000 millones de dólares, un 5,6% más que en 2016 y el 13% del total mundial; por delante de Arabia Saudita, con 69.400 millones.
Rusia, con 66.300 millones, ocupa el cuarto lugar pero experimentó la primera baja en dos décadas, que el trabajo atribuye a sus problemas económicos; y quinta se ubica la India, con 63.900 millones de dólares y un aumento interanual del 5,5 %.
«Las tensiones entre China y muchos de sus vecinos siguen impulsando la subida del gasto militar en Asia», explica el Sipri en alusión a que entre los diez primeros figuran Japón (octavo) y Corea del Sur (décimo).
En Medio Oriente, donde la inversión en armamento supuso el equivalente al 5,2% del PIB, los conflictos armados elevaron el gasto un 6,2%.
En América del Sur el gasto subió un 4,1% a causa de los aumentos registrados en los dos principales inversores de la región: Argentina, que subió un 15%, y Brasil, un 6,3%. Pese a la crisis, Venezuela también mostró un incremento significativo interanual del 19%, el primero desde 2013. Sin embargo, su gasto militar en 2017 aún era un 75% más bajo que en 2008.
En América Central y el Caribe se produjo una caída del 6,6%, derivada de la reducción de la inversión militar de México de un 8,1% con respecto al año anterior.
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