Por: Santiago Ceron
No es un 1° de Mayo alegre para ellos. Tampoco es un Día del Trabajador donde descansen tras arduas jornadas de trabajo. Ellos sufren las consecuencias de la situación económica del país y se quedan sin empleo. Con la Gente habló con trabajadores de Vassalli y Mefro Wheels, quienes contaron la triste y desesperante situación que atraviesan.
La dura situación laboral y económica se extiende a lo largo y ancho del país, y la provincia de Santa Fe no es la excepción. Los conflictos salariales en las industrias son moneda corriente desde hace dos años y en cada mes que pasa se pierden más puestos de trabajo.
Un ejemplo es el caso de Mefro Wheels, la única fábrica de llantas de Argentina, que funcionaba en Rosario y cerró en febrero de 2017, dejando a más de 170 de personas sin empleo. En septiembre de ese mismo año la planta reabrió con la administración de nuevos dueños y con menos trabajadores, pero rápidamente volvió a cerrar y no ha vuelto a abrir.
“Estoy sin trabajo, es muy difícil conseguir algo, no hay laburo en ningún lado. Me las trato de arreglar haciendo changas pero tengo familia y no es fácil” relató Cristian, uno de los tantos que se han quedado sin empleo en la planta. “Hay que comprar ropa, calzado, pagar las tarifas, es lo que más cuesta y duele”, agregó.
La situación pegó tan duro en los trabajadores de la planta cerrada que hace poco se conoció la triste noticia de que uno de los compañeros, afrontando deudas y problemas económicos serios tras no conseguir trabajo, decidió quitarse la vida. “Nos pegó fuertísimo, salvo por el Sindicato o por algún diputado, no tenemos apoyo” contó Fernando, otro ex trabajador. “No es un 1° de Mayo muy feliz, como tampoco lo fue el del año pasado”, remarcó.
Otro triste caso es el de la fábrica de cosechadoras de Firmat, Vassalli. La empresa arrastra un conflicto salarial con sus empleados desde principios de año y actualmente la planta está tomada por los trabajadores. Tras telegramas de despidos, suspensiones e idas y vueltas, finalmente se tomó la decisión de que el gobierno provincial regule la fábrica. Tras algunos días de esperanza la situación no cambió y los trabajadores no cobran desde enero. Es por eso que los empleados realizan la medida de fuerza y contaron su situación desde adentro de la fábrica: “Siempre nos dicen que somos nosotros los vagos y que hacemos cosas en contra de la empresa, pero hace tres meses que no nos pagan” cuenta Humberto. Y agrega, con voz temblorosa: “No tener para llevarle comida a tus hijos es desesperante”.
Los empleados atraviesan una situación crítica y cuentan cómo hacen para subsistir sin ingresos mensuales: “El día a día lo podemos llevar gracias a la colaboración de todo el pueblo, nos ayudan con donaciones, comercios que se adhieren a la situación, así la vamos remando” contó Humberto. “Pero va a llegar el momento donde esos negocios y comercios necesiten la plata y ahí no sé cómo vamos a hacer” añadió Eduardo. La situación en Firmat es muy preocupante, algo que se nota en la voz casi quebrada del trabajador: “Estábamos charlando acá en la fábrica y uno de nuestros compañeros se levantó y dijo “loco, no tengo para darle de comer a mi familia” ¿Sabés lo que es eso? Te pega en la moral”.
La preocupación es tal porque la situación laboral del país es mala, muchos de los trabajadores temen terminar en la calle si el conflicto no se soluciona: “Si esto no se resuelve favorablemente no nos queda nada, hay muy poco de trabajo fuera de acá, Firmat es Vassalli-dependiente” cuenta Eduardo.
Tristes y desesperantes son los momentos que se viven en la industria y en el país. El temor al desempleo es cada vez mayor, y cada vez más real.