Por: Emilia Ottogalli
Este 1 de mayo es una jornada conmemorativa a un grupo de trabajadores que decidieron luchar por sus derechos al punto de morir por ello. En consecuencia, Con La Gente habló con Jorge Elías, abogado, para saber cuál es la situación actual de los derechos laborales.
«Es un problema de orden social, los trabajadores en Rosario están en una situación parecida a la media nacional donde tenemos un 33% de trabajadores en negro. Es decir, excluidos de toda protección legal, de todo reconocimiento», empezó explicando Elías. Y ya desde el comienzo dejó en claro que se trata de una realidad preocupante.
Además de este grupo que se encuentra totalmente por fuera del amparo de la ley, hay otro grupo que se enmarca en lo legal, pero no de la forma correcta. La realidad es que «un montón están mal anotados», ya sea porque figuran por medio día o por con sueldos más bajos más bajos de los verdaderos. Al fin y al cabo están «en una situación también de desamparo».
«Podemos decir que son mayoría los trabajadores que están en situación de precariedad que los que tienen un empleo reconocido, formal y correcto. Son más los trabajadores que están deficientemente anotados o en posiciones de desamparado que los que están en un marco legal adecuado», englobó el abogado.
Según aclaró, «hay lugares donde el empleo mal registrado o no registrado es más común». Y puso como ejemplo bancos o multinacionales, «pero en algunos establecimientos más chicos es muy común». Desde su experiencia, en la construcción y los servicios gastronómicos «se dan los niveles más altos».
«Yo invito al público que vaya a un restaurante y le pregunte al mozo si está anotado y si está bien anotado. Seguramente, esté anotado por 4 horas con un sueldo miserable, nada que ver con lo que ganan», remarcó.
Respecto a los reclamos y la decisión de los trabajadores de no aceptar más menos de lo que les corresponde, aseguró «todos los que tienen que hacer un reclamo contra el empleador saben que tan pronto lo hagan los van a echar, por lo tanto nadie se anima. Nadie quiere perder lo poco que tiene o estar peor de lo que está».
En el marco de la necesidad la mayoría «se somete a abusos y recién se anima a reclamar cuando no soporta más la situación, encuentra una alternativa mejor o cuando es despedido». «Muchas veces al trabajador en negro le dicen ‘no vengas más’. Ahí es donde aparece el reclamo. Mientras la relación está vigente nadie reclama nada porque todos saben que significa perder el empleo», enfatiza.
En una realidad que lejos está de ser nueva, y más lejos aún de ser la ideal, Elías deja salir de su boca una frase que podría aplicarse a muchas cuestiones de la actualidad: «Si hubiera una justicia más eficaz, más efectiva y más inmediata, habría menos incumplimientos», concluyó.