En el día mundial del accidente cerebrovascular (ACV), se remarca la importancia de aprender a reconocer los síntomas y saber sobre cómo actuar frente a un caso concreto.
“El ACV tiene muchas posibilidades de prevenirse: controlando la tensión arterial y el colesterol, evitando la diabetes, el sobrepeso y el tabaquismo, por ejemplo. Básicamente, interesándose y aprendiendo sobre cómo ir generando hábitos cada vez más saludables y realizando los controles médicos adecuados”, afirmó Francisco Klein, jefe del Centro de ACV y decano de la Facultad de Ciencias Médicas.
El especialista señaló además que es «fundamental» estar bien informados para actuar rápidamente y multiplicar las posibilidades de resolver el cuadro o atenuar sus consecuencias.
«Cada minuto que pasa sin recibir tratamiento son células del cerebro cuya función puede perderse. Con los avances médicos y el rápido reconocimiento y atención hemos visto cómo en las últimas décadas el ACV se transformó de un diagnóstico interpretado como una adversidad definitiva a una oportunidad de recuperación en muchos casos completa», alentó el decano.
Según datos de Favaloro, se producen en la Argentina más de 100.000 ACV al año y un tercio de los pacientes afectados muere, mientras que otro gran porcentaje queda con secuelas irreversibles.
Para identificar un ACV se recomienda estar atentos a manifestaciones como asimetría de la cara (la sonrisa se observa “torcida”), pérdida de fuerza en un brazo o pierna, alteraciones en el habla o problemas visuales.
«Ante cualquiera de estos síntomas no hay que esperar, sino actuar con celeridad», completó Klein.