El ex jefe del servicio de Inmunología y Reumatología del Hospital Garrahan, Ricardo Russo, comenzará a ser juzgado mañana por «producción, facilitación, distribución y tenencia con fines de distribución» de material de pornografía infantil, delitos cuyas penas van de los 6 meses a 6 años de prisión.
El médico, en cuyo poder se encontraron 847 fotos o videos de menores «en actividades sexuales explícitas o exhibiendo sus genitales con clara connotación sexual», según la acusación de la fiscal Daniela Dupuy, se encuentra bajo prisión domiciliaria tras permanecer 99 días en el Complejo Penitenciario de Ezeiza.
El juicio oral y público que lo tiene como único acusado a pesar de que inicialmente se habló de «una red internacional», será llevado adelante por el Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas 6, a cargo del juez Gonzalo Segundo Rúa y está previsto que se extienda hasta mediados de noviembre, período durante el cual desfilarán 53 testigos, según informó IJudicial.
Russo fue detenido en el estacionamiento del propio hospital pediátrico en la tarde del pasado 28 de mayo, seis meses después de que un allanamiento en su domicilio particular diera como resultado el secuestro de material vinculado a la investigación.
Entre este material había dos notebooks con un total de 778 archivos de imagen y 69 archivos con contenido de pornografía infantil acopiado «con fines inequívocos de distribución», según la imputación de la fiscal, quien obtuvo dos días después su prisión preventiva.
En esa misma jornada, la ministra Patricia Bullrich explicó que la diferencia temporal entre el allanamiento y la detención se produjo porque «había que verificar si las imágenes entraban en el marco del delito» y que el allanamiento a la casa de Russo fue uno de los 40 procedimientos que se realizaron simultáneamente en 10 provincias argentinas.
«Este trabajo fue desde entonces analizado por este departamento de la policía de la Ciudad y la Gendarmería Nacional, con su unidad especializada en informática, y así se llegó a la detención de Russo que conmocionó a toda la comunidad médica del país», dijo.
La ministra destacó el trabajo en equipo de las autoridades de la Ciudad, la Gendarmería y la Policía, la agencia de Estados Unidos Homeland Security y organismos brasileños que permitió «trabajar para desarticular una red internacional de pedofilia que ha conmovido a nuestro país».
El Hospital Garrahan aclaró a través de un comunicado que «no fue notificado anteriormente que se llevaba adelante una investigación» hasta el día de la detención. La reacción inmediata fue entonces «instruir sumario administrativo y apartar inmediatamente de sus funciones al profesional involucrado».
A través del mismo comunicado, las autoridades del centro pediátrico informaron que se constituirían en «particular querellante» en la causa.
«La comunidad hospitalaria se encuentra profundamente conmovida», sostuvo en aquel momento la administración que encabeza Carlos Kambourian.
Al día siguiente, personal del área de Delitos Tecnológicos de la Policía de la Ciudad realizó un procedimiento en las instalaciones del Garrahan que incluyó el allanamiento de la oficina que ocupaba el imputado, la requisa de su vehículo particular que se encontraba estacionado en el lugar y la inspección ocular de los consultorios del servicio.
El 5 de julio pasado la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas confirmó la prisión preventiva que había sido apelada por la defensa de Russo.
No obstante, el mismo tribunal le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria dos meses después por considerar que no existía peligro de fuga ni de entorpecimiento de la investigación.
De 57 años, Russo llevaba once años dirigiendo el servicio de inmunología y reumatología pediátrica y 23 como médico del Hospital.
La investigación judicial detectó que en agosto de 2018, Russo compartió unos 270 videos de pornografía infantil a través de la plataforma eMule.
Tres meses después el médico subió a la misma red siete videos que contenían imágenes de niñas de entre 8 y 12 años en actos sexuales explícitos o con tomas de sus genitales.
Cuatro días después se realizó el allanamiento a su domicilio que terminó con el secuestro de abundante material probatorio, entre el que se destacan nueve fotografías que habrían sido tomadas a dos niñas de entre 6 y 10 años » en el interior del Garrahan».