Al menos tres personas fueron detenidas y varias sufrieron heridas tras un nuevo enfrentamiento entre policías y manifestantes que derivó en una severa represión de parte de las fuerzas de seguridad en pleno centro de Barcelona, luego de una multitudinaria manifestación de protesta de la comunidad catalana por las penas de cárcel que la justicia aplicó a los líderes secesionistas de 2017.
Los choques comenzaron en inmediaciones de la céntrica Via Laietana, donde se pudo comprobar las detenciones de al menos tres manifestantes, mientras otros exhibían heridas en la cabeza producto de la represión policial.
Por la tarde unas 350 mil personas, según estimaciones de la Guardia Urbana de Barcelona, asistieron a la marcha convocada por las principales organizaciones independentistas, Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultura, bajo el lema «Libertad», en la calle Marina de Barcelona.
Los independentistas celebraron el éxito de la movilización, que cubrió 2,5 kilómetros desde el mar hasta por encima de la Sagrada Familia, un símbolo de la ciudad condal, y de la demostración tomó parte el presidente catalán, Quim Torra.
Al finalizar esta marcha, unos 10 mil manifestantes se desplazaron a calles aledañas a la Via Laietana, donde comenzaron a arrojar pelotas de goma y pintura a la policía.
Los elementos que se utilizaron en la protesta tienen que ver con la promesa hecha por los llamados Comités de Defensa de la República (CDR) acerca de «devolverle el pelotazo» a la policía.
Los efectivos se abalanzaron en seguida contra los presentes blandiendo escudos y palos y se inició una batalla campal no exenta de escaramuzas por las calles vecinas, que terminaron con al menos tres manifestantes -dos hombres y una mujer- detenidos.