En la madrugada del domingo 27 de octubre los ciudadanos de la Unión Europea (UE) retrasarán sus relojes una hora, un cambio de horario que se realiza dos veces al año, en marzo y octubre, desde hace casi cinco décadas con el objetivo de ahorrar energía.
La norma del cambio de horario se realiza en la madrugada del sábado al domingo del último fin de semana de los meses de marzo y octubre con el objetivo de consumir las horas de luz en horario de producción.
Las diferencias de horas de luz entre los puntos álgidos de verano e invierno van de 15 a 9 horas; en diciembre, durante el solsticio de invierno, se produce el punto de menos horas de luz y suele ocurrir el día 21.
El cambio de hora en España será a la 3 de la madrugada del domingo cuando volverán a ser las 2, recuperando la hora que se perdió con el horario de verano. En las Islas Canarias el proceso llevará a cabo a las 2, momento en el que pasará a ser la 1, logrando así que el cambio se produzca a la misma vez en toda España (y Europa) debido al distinto huso horario que llevan las Canarias, informó EFE.
Los estados miembros Reino Unido, Irlanda y Portugal, este fin de semana se adecuarán al horario GMT, que corresponde a tres horas menos en la Argentina. En los casos de España, Austria, Bélgica, la República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo, Malta, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Croacia y Holanda situarán sus relojes a GMT+1. Por su parte, Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania y Rumanía retrasarán la hora a GMT+2.
Desde hace varios años hay un debate interno en la UE sobre si la medida es realmente útil. Mientras el Parlamento Europeo sigue siendo partidario de acabar con esta variación en 2021, la UE reclamó que los países comuniquen el uso horario que desean antes del próximo abril.
Diferentes estudios en 2018 indicaron que el ahorro de energía por el cambio horario es mínimo mientras que aumentaban las quejas de los ciudadanos por sus efectos negativos para la salud.